El candidato de la derecha francesa a la Presidencia, Francois Fillon, fue acusado hoy por la prensa de haber recibido varios trajes como regalos de «un amigo generoso» en los últimos cinco años por un monto de 48.500 euros, una denuncia que se sumó a la investigación de la Fiscalía por presunta corrupción y por la que será imputado este miércoles, a sólo cinco semanas de las elecciones.

El semanario Le Journal du Dimanche publicó la última denuncia contra el ex primer ministro conservador y destacó que mientras no se conoce el nombre del amigo de Fillon que compró los trajes, sí se sabe que de los 48.500 gastados en la exclusiva tienda de moda Arnys, 35.500 fueron pagados en efectivo, algo poco común en París, en donde gran parte de las transacciones en los comercios, especialmente cuando se trata de ese tipo de montos, está bancarizada.

La nueva denuncia agarró a Fillon aún debilitado por el profundo motín que protagonizó su coalición electoral, luego del anuncio de la Justicia francesa de que el ex premier será imputado el próximo miércoles por la sospecha de haber contratado a su esposa e hijos como asesores legislativos, cuando era diputado, para pagarles sueldos por trabajos que nunca hicieron.

Por eso, Fillon se apuró a responder a la nueva acusación.

«Un amigo me regaló trajes ¨¿Y entonces?», reaccionó el candidato de la derecha francesa que supo ser el favorito indiscutido de la campaña presidencial hasta que la revista satírica y de investigación Le Canard Enchainé comenzó a publicar las denuncias contra él y su familia.

«Noté que mi vida privada es el blanco de investigaciones de todo tipo, un tratamiento que se está haciendo sólo conmigo», contraatacó en una entrevista con el diario Les Échos, que será publicada mañana pero cuyos extractos más importantes fueron conocidos hoy, informó la agencia de noticias EFE.

Según Le Journal du Dimanche los últimos dos trajes que recibió Fillon de su «amigo» fueron comprados el 9 y 10 de febrero, en plena campaña presidencial, por 6.500 euros cada uno.

La tienda de moda de lujo, Arnys, se negó a comentar sobre esas ventas.

Sin embargo, las denuncias no paran de acumularse sobre los hombres de Fillon.

Además de los cargos de asesores presuntamente ficticios de su familia en el Parlamento, la Justicia francesa investiga si el empresario Marc Ladreit de Lacharriere también le creo un trabajo falso a la esposa de Fillon, Penelope, como colaboradora de una revista literaria que posee.

La Fiscalía sospecha que ese sueldo funcionó como un soborno indirecto al ex primer ministro y actual candidato presidencial.

Además, la revista Le Canard Enchainé publicó recientemente que ese mismo empresario, Ladreit de Lacharriere, también le hizo un préstamo de 50.000 euros sin intereses al ex premier, que éste nunca declaró ante el fisco.

Pese a esta lluvia de denuncias y su inminente imputación, Fillon se mantiene firme en su plan de disputar la elección presidencial, que tendrá su primera vuelta el 23 de abril próximo y casi no hay dudas de que habrá un balotaje al mes siguiente.

«Es inimaginable que la manera en la que la instrucción (judicial) se realizó consiga privar a la familia política que yo represento de la posibilidad de tener un candidato a las presidenciales. Por lo tanto, asumí mis responsabilidades», ratificó hoy en la entrevista con Les Échos.

Todas las encuestas publicadas en las últimas dos semanas coinciden en que Fillon ha ido cayendo en la intención de voto y ya no tiene asegurado un lugar en la segunda vuelta electoral junto con la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen.

El gran beneficiado de su caída en los sondeos ha sido el ex ministro de Economía del actual gobierno y un candidato liberal identificado como independiente, Emmanuel Macron.

Un sondeo publicado hoy por Le Journal du Dimanche confirmó esta tendencia y pronosticó que Le Pen y Macron llegarán al balotaje con el 26% y el 25,5% de los votos, respectivamente.