Como ocurre en Argentina, en Inglaterra también se producen huelgas y reclamos salariales que afectan a cientos de miles de ciudadanos. Los carteros británicos iniciaron este lunes un paro que podría convertirse en el más larga de su historia, y se sumaron así a los reclamos del sector ferroviario y de British Airways, en vísperas de Navidad.

Unos 3.500 empleados de Correos (pertenecientes al sector público) protestan hasta el viernes contra la supresión de puestos de trabajo y cambios en su régimen de jubilación. Y un millón de empleados del grupo postal Royal Mail (privatizado en 2013), encargados de la distribución, amenazan con solidarizarse con sus compañeros.

Por su parte, los miembros del sindicato de los transportistas RMT (Rail, Maritime and Transport union) de la compañía Southern Railways anunciaron que proseguían su huelga lanzada la semana pasada, y que afecta a los  300.000 usuarios de los trenes que unen el sur de Inglaterra y Londres. Cientos de miles de pasajeros se quedaron sin servicio de trenes el pasado viernes por tercer día en la semana anterior.

Por otro lado, cerca de 2.000 miembros del personal de cabina de la compañía aérea British Airways  votaron ir a la huelga, en particular el día de Navidad, para reclamar una subida del sueldo.

El sindicato Unite, que convocó el movimiento, afirma que el personal contratado a partir de 2010 tiene unos salarios tan bajos que tiene que dormir en sus coches entre vuelos.

Sin embargo se celebraban  negociaciones este lunes entre el personal y la empresa, aunque British Airways ya anunció en un comunicado que prevé un tráfico sin perturbaciones para el día de Navidad y el 26 de diciembre, incluso en caso de paro.

Por su lado, pilotos de la compañía Virgin Atlantic y empleados del servicio de maletas amenazan con llevar a cabo acciones similares.