El experimento de llevar adelante una jornada laboral reducida viene ejecutándose incipientemente en algunos países y por ello se abre un debate que puede crecer con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, entre otras variables.

En tal sentido, España decidió dar el paso y formalizar la práctica de la realización de una jornada laboral de 4 días en la semana, en la que se medirá la productividad y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal de los trabajadores.

La propuesta fue llevada adelante el mes pasado por el diputado de Más País, Íñigo Errejón, quien destacó en la misma que España es uno de los países con mayor número de horas presenciales de trabajo en Europa.

Montado sobre experiencias anteriores y la situación extraordinaria que produjo la pandemia de coronavirus, Errejón recogió el guante y publicó en su cuenta de Twitter: «Con la semana laboral de cuatro días (32 horas), nos lanzamos al verdadero debate de nuestro tiempo».

«Es una idea a la que le ha llegado su hora», completó.

Para ello, serán seleccionadas unas 200 pymes que recibirán un subsidio de 250.000 euros para hacerle frente a los gastos derivados o al aumento de las contrataciones, sin que los trabajadores vean reducido su salario.

En tal sentido, Héctor Tejero, también integrante de Más País, le dijo al diario inglés The Guardian que “España será el primer país en emprender un juicio de esta magnitud”, y que “un proyecto piloto como este no se ha llevado a cabo en ninguna parte del mundo».

La propuesta afectará a entre 3.000 y 6.000 trabajadores y para ello, e implica una erogación de hasta 50 millones de euros de los fondos europeos, tal y como informa el diario Heraldo de Aragón.

El partido ha sugerido que el piloto sea guiado por un panel de expertos, que incluya representantes del Gobierno, de los sindicatos y de los lobbies empresariales, que también ayudará a analizar los resultados.