La Policía de fronteras británica inició el pasado viernes una huelga de ocho días en seis de los aeropuertos más grandes del Reino Unido, en reclamo por aumentos salariales. Paralelamente, trabajadores de la salud planean más medidas de fuerzas para 2023.
Los miembros del sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS), empleados por el Ministerio del Interior, iniciaron el paro en la mañana del viernes, en los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick, a los que se sumaron los de Birmingham, Cardiff, Glasgow y Manchester, además del puerto de Newhaven, al sur de Inglaterra.
La medida de fuerza, decidida después de rechazar un aumento salarial del 2%, la quinta parte de lo solicitado por el sindicato (10%) ahonda la crisis en Reino Unido por la ola de paros de numerosos sectores, que reclaman incrementos de sueldos por la inflación, que acumula un alza interanual de casi el 11%.
La huelga se prolongará hasta fin de año, según las previsiones, con una suspensión el 27 de diciembre.
El país es golpeado por una ola de protestas sociales de una magnitud que no se había visto en décadas. El gobierno, sin embargo, se muestra inflexible frente a los reclamos de los trabajadores.
El secretario general del sindicato PCS, Marck Serwotka, advirtió que habrá una “escalada” en los paros de funcionarios en enero si el gobierno se niega a negociar.
“Creemos que las acciones en las fronteras van a ser muy eficaces. Esperamos que el gobierno haga lo que se debe, que se siente en la mesa de negociación y que ponga el dinero”, dijo, citado por la cadena pública BBC.
“De no ser así, (…) apoyaremos esta acción hasta mayo y volveremos a hacer una nueva votación si es necesario”, amenazó.
Esta huelga de la policía de fronteras “es parte de la del servicio público que represento. El salario promedio anual es de 23.000 libras (26.150 euros). Unos 40.000 miembros del sindicato tienen que ir a los bancos de alimentos”.
“Son trabajadores pobres”, dijo el sindicalista. “Pero la respuesta del gobierno a su personal (…) es una oferta de aumento del 2% de los salarios”, denunció.
Los empleados de correos (Royal Mail) también se unieron a la huelga, con lo que produjeron retrasos en los envíos. Otros paros también tendrán lugar en los transportes ferroviarios.
El martes y miércoles, el sector de la salud también se vio fuertemente impactado por una huelga de las enfermeras y del personal de las ambulancias.
¿Se vienen más paros en hospitales?
Los trabajadores del sector sanitario británico anunciaron una nueva ronda de huelgas en enero, también en reclamo de mejoras salariales y laborales.
Las nuevas fechas de las huelgas aumentarán la presión sobre el Servicio Nacional de Salud británico (NHS), financiado por el Estado, que ya se encuentra al límite de su capacidad por la escasez de personal y retrasos sin precedentes.
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El primer ministro británico, Rishi Sunak, declaró a la prensa que estaba decepcionado por los trastornos causados por las huelgas, y añadió que estaba intentando “tomar las decisiones correctas a largo plazo para el país en beneficio de todos”.
El Royal College of Nursing (RCN) dijo que miles de sus miembros realizarían nuevamente una huelga el 18 y 19 de enero por cuestiones salariales, después de haberse declarado en huelga dos días en diciembre.
“No deseo prolongar este conflicto, pero el primer ministro no nos ha dejado otra opción”, declaró el viernes el secretario general del RCN, Pat Cullen.
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También se espera que en el nuevo año se anuncien las fechas de las huelgas de los miembros del sindicato de enfermeros en Escocia, después de que esta semana votaron a favor de rechazar una oferta salarial del gobierno escocés.
Los trabajadores de ambulancias representados por el sindicato GMB fijaron una nueva fecha para la acción el 11 de enero tras suspender otra huelga a finales de este mes.
“La gente de todo el país ha sido maravillosa apoyándonos y nosotros también nos preocupamos mucho por ellos. Por eso suspendemos la huelga propuesta por GMB para el 28 de diciembre”, declaró Rachel Harrison, secretaria nacional de GMB.
