La toma del poder por parte de los militares en Myanmar a través de un golpe de Estado en febrero de 2021 ha afectado gravemente a los sindicatos y a las organizaciones de la sociedad civil (OSC) que prestan servicios a los trabajadores y a los migrantes, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El estudio destaca cómo la persecución selectiva de estos grupos, incluidos los arrestos arbitrarios, las detenciones, los actos de violencia, los allanamientos de hogares y oficinas, la incautación de equipos, las llamadas telefónicas amenazantes, los interrogatorios y la vigilancia, han limitado sustancialmente su capacidad de funcionamiento.

Los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil informaron que se habían visto obligados a realizar importantes ajustes en su trabajo en respuesta a la mayor preocupación por la seguridad desde la toma del poder por parte de los militares.

«Los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil han proporcionado la base de gran parte de los progresos realizados en el aumento de la protección de los derechos laborales en Myanmar durante la última década. La situación actual representa una auténtica amenaza para su existencia. La comunidad internacional debe estar al lado de estas organizaciones para ayudarlas a sobrevivir y continuar con su vital trabajo», dijo el director regional adjunto de la OIT para Asia y el Pacífico, Panudda Boonpala.

El informe recomienda que la comunidad internacional aumente su flexibilidad y capacidad de respuesta para contrarrestar esta amenaza existencial para el espacio cívico y la organización de los trabajadores en Myanmar.