Tres palestinos murieron este miércoles baleados por tropas israelíes cuando intentaron atacar una comunidad de la etnia samaritana cerca de la ciudad de Naplusa, en los territorios palestinos de Cisjordania bajo ocupación militar de Israel, informaron autoridades.

«Tres palestinos murieron por balas israelíes cerca de Naplusa», dijo en un comunicado el Ministerio de Salud palestino, que agregó que los cuerpos estaban aún en manos de las autoridades israelíes.

El Ejército israelí dijo en un comunicado que los soldados custodiaban un puesto de control cerca de una comunidad de la minoría samaritana cuando fueron atacados por los palestinos.

«Un automóvil con tres pistoleros llegó a la zona y uno salió y abrió fuego contra las tropas (…) que custodiaban un puesto del Ejército en la entrada de la comunidad samaritana», dijo la nota.

El intercambio de disparos tuvo lugar en la zona del monte Gerizim, al sur de Naplusa y cerca del asentamiento judío de Har Braja, agregó el comunicado.

Los samaritanos son un grupo étnico y religioso que se consideran descendientes directo de los israelitas, el antiguo pueblo judío que habitó Tierra Santa y que escribió la Biblia. Su religión, el samaritanismo, el similar a la judía, pero con diferencias importantes.

El comunicado del Ejército dijo que las tropas «atacaron y neutralizaron» a los atacantes y agregó que en el auto de los fallecidos hallaron tres rifles de asalto, una pistola y más equipo militar, informó la agencia de noticias AFP.

El vocero de la presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh, afirmó este martes que la muerte de los tres palestinos era un «crimen de guerra».

«Los crímenes israelíes no pondrán de rodillas a nuestro pueblo, y no traerán seguridad y estabilidad a nadie», dijo en un comunicado.

Este incidente se produce en un momento de máxima tensión en Cisjordania, tras una serie de ataques palestinos contra colonos israelíes y de actos de violencia cometidos por colonos israelíes contra palestinos.

Israel ocupa Cisjordania desde 1967. Alrededor de 490.000 israelíes viven en este territorio en asentamientos de colonos considerados ilegales bajo el derecho internacional, entre unos 2 millones de palestinos.

Este nuevo hecho de violencia llega horas antes de que el presidente palestino, Mahmud Abbas, se reúna con su par turco, Recepp Tayyip Erdogan en Turquía.

El embajador palestino en Ankara, Faed Mustafa, dijo que habrá una ceremonia oficial para recibir a Abbas en el Palacio Presidencial de Ankara en «una visita de gran importancia en esta fase de la lucha nacional palestina».

En particular, Mustafa se refirió al «incremento de los ataques israelíes» contra los palestinos y al «incumplimiento por parte del Gobierno israelí de los acuerdos firmados», cuestiones que serán abordadas por Abbas y Erdogan, así como otros asuntos de la agenda regional e internacional y sus repercusiones para la causa palestina.

El aumento de las tensiones durante los últimos meses se ha saldado con la muerte de más de 185 palestinos y 25 israelíes, mientras se teme que pueda haber un estallido generalizado de violencia.

Las tensiones han repuntado especialmente desde el 19 de junio, con una redada del Ejército de Israel en el campamento de refugiados palestinos de la ciudad cisjordana de Jenín que dejó 12 palestinos muertos y más de 100 heridos.

En medio de esa escalda, el domingo pasado, el Ejército israelí envió 60 vehículos militares al campamento Nour Shams, en la ciudad cisjordana de Tulkarem, donde cuatro palestinos resultaron heridos de bala y nueve recibieron impactos de metralla.

La ONU expresó en las últimas horas su preocupación por ese ataque del Ejército de Israel y por la situación en el campamento de Jenín.

«Con respecto a la incursión, obviamente, nos preocupa que tales acciones tengan lugar en los campamentos palestinos, en la línea de lo que hemos estado diciendo en el pasado», expresó Farhan Haq, vocero del secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, durante una rueda de prensa.

Por otra parte, Haq aseguró que la ONU sigue evaluando daños y estudiando la reconstrucción de la ciudad cisjordana de Jenín tras la incursión del Ejército de Israel, que también dejó miles de desplazados.