Venezuela vive un nuevo episodio de tensiones. Los chavistas se manifiestan masivamente este martes en una contraofensiva frente a la marcha del jueves convocada por la oposición para exigir el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

Bajo el nombre de «Toma de Venezuela», los seguidores del gobierno, vestidos de rojo, empezaron a concentrarse en un céntrico sector de Caracas y en otros puntos del país en apoyo a Maduro y a la revolución socialista fundada por Hugo Chávez (1999- 2013).

«Éste es el pueblo chavista en la calle para manifestar su respaldo al presidente Maduro y defender un proyecto político», declaró, al encabezar la manifestación, el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien acusó a la oposición de planear un golpe de Estado.

De su lado, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afina los detalles para lo que llama la «Toma de Caracas», con la que el jueves reclamará acelerar el proceso del revocatorio al Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusa de servir al chavismo.

«Que nadie se deje intimidar», llamó el líder opositor Henrique Capriles, quien en entrevista con la AFP aseguró que ahora inicia una nueva etapa de movilizaciones para obligar al gobierno a aceptar el referendo.

Tanto el gobierno como la oposición se han acusado en los últimos días de buscar desatar la violencia en las manifestaciones, lo que ha aumentado en la población el temor a incidentes.

Algunos negocios en el este de Caracas, donde la MUD ha previsto puntos de llegada de opositores desde varias ciudades del país, planean cerrar el jueves. «Voy a ir a marchar, porque el país está mal y tenemos que pronunciarnos», dijo a la AFP María Rodríguez, quien vendía en su quiosco galletas a un transeúnte.

Sumida en una profunda polarización política, Venezuela sufre una grave crisis económica con una escasez de productos básicos que alcanza el 80% y una inflación que fue del 180% en 2015, la más alta del mundo, y que según el FMI llegará al 720% este año.

Diputados de la mayoría opositora en el Parlamento denunciaron este martes «persecución» contra dirigentes de la MUD. La oposición asegura que el gobierno está «amedrentando» a sus seguidores para evitar que se manifiesten.

«Se ve venir una escalada selectiva para aislar a dirigentes» de la MUD, aseguró este martes el jefe parlamentario, el férreo antichavista Henry Ramos Allup.