La principal refinería de la ciudad de Rotterdam de Países Bajos, y segunda del continente europeo, anunció que está en suspenso el reinicio planificado de su actividad productiva debido a que los sindicatos que agrupan a sus trabajadores anunciaron que no participarían de ello debido a un conflicto salarial.

Según la agencia Bloomberg, la huelga obedece a que la compañía BP Plc no responde al pedido gremial de un aumento salarial del 9,5 % y ofrece a cambio solo un 5 por ciento de suba.

La refinería que procesa 400.000 barriles de petróleo al año, y que es una de las principales proveedoras de gasoil del norte de Europa, había detenido la producción de combustible la semana pasada debido a una avería en su planta.

Esta situación favorece la vulnerabilidad de Europa durante este invierno ya que la capacidad de refinación de combustible del continente cae abruptamente de cara a la aplicación del embargo de Europa a Rusia que sucederá el próximo 5 de febrero. Allí se cortará la posibilidad de los países del viejo continente de abastecerse del diésel ruso, lo que complicará las cosas.

Por otro lado, el portavoz del sindicato CNV Vakmensen, Jaap bosma, había dicho después de la rotura en los equipos de la planta refinadora: “Ayudaremos a resolver los problemas hasta que las instalaciones estén listas para reiniciarse y luego nos detendremos en esa intención”.

En un contexto de profundo ajuste en los mercados mundiales del diésel, los trabajadores habían puesto como fecha límite este 23 de noviembre para resolver la disputa salarial, que de no ser satisfecha, dará comienzo a otra etapa de lucha a definirse por los gremios.