En medio de un bajón en las encuestas, el candidato republicano, Donald Trump, aprovechó hoy un escándalo sexual en el corazón de la campaña presidencial demócrata para atacar a su rival, Hillary Clinton, y criticar su «mal juicio» para manejar información secreta.

Trump intentó exprimirle todo el jugo posible al nuevo escándalo sexual que protagonizó el ex congresista demócrata y esposo de la vicepresidenta de la campaña de Clinton, Anthony Weiner, un hombre de 51 años con la costumbre de sacarse fotos a su pene, chatear y coquetear con mujeres en el celular.

Por tercera vez, fotos y conversaciones íntimas de Weiner salieron a la luz ayer, y su esposa, Huma Abedin, una posible funcionaria del gabinete nacional si Clinton gana las elecciones presidenciales en noviembre próximo, reaccionó rápido anunciando su separación definitiva.

«Después de una larga y dolorosa consideración y de trabajar en mi matrimonio, tomé la decisión de separarme de mi esposo», anunció Abedin, la asesora de confianza de la candidata oficialista, en un comunicado citado por el diario The Washington Post.

La campaña demócrata, en cambio, decidió no comentar sobre el nuevo escándalo sexual de Weiner y, por ahora, no responder a los ataques de Trump, quien hace varios días intenta, sin éxito, redireccionar su discurso migratorio para acercarse a las comunidades latinas y negras, y recuperar el espacio perdido en las encuestas.

Sin embargo, el silencio del entorno de Clinton difícilmente logrará que el nuevo despliegue de fotos íntimas y conversaciones subidas de tono no domine las tapas de los diarios estadounidenses más sensacionalistas y capte la atención de los principales medios del país.

Abedin, la esposa de Weiner, es sin dudas una de las personas de confianza de Clinton.

La asesora de 40 años trabaja para la candidata desde que ésta era la primera dama en los años 90. Empezó como pasante y poco a poco se convirtió en un miembro estable de su equipo.

Clinton la llevó con ella al Senado cuando ganó una banca por el estado de Nueva York en 2000 y la mantuvo en su círculo cercano en su fallida campaña presidencial en 2008 y luego durante sus cuatro años como la Secretaria de Estado de Barack Obama.

La relación es tan cercana que cuando Abedin y Weiner decidieron casarse en 2010, el casamiento estuvo oficiado por el ex presidente Bill Clinton, el esposo de la actual candidata.

Por entonces Weiner era congresista por el estado de Nueva York y una de las grandes promesas del ala progresista del Partido Demócrata.