El ejército ruso está provocando una «destrucción catastrófica» en Lisichansk, la localidad vecina de Severodonetsk, en el este de Ucrania, afirmó este martes el gobernador de la región de Lugansk, Serguei Gaidai.

Hay «combates en la zona industrial de Severodonetsk y una destrucción catastrófica en Lisichansk», informó Gaidai en un mensaje en la red social Telegram, en el que afirmó que «las últimas 24 horas fueron difíciles» para las fuerzas ucranianas.

El funcionario informó que siguen los ataques contra los tres puentes que unen las dos localidades, separadas por el río Donetsk, pese a que ya están destruidos, lo que ha dejado aislada a Severodonetsk del resto de los territorios controlados por Ucrania.

«Los rusos quieren conquistar totalmente la región de Lugansk» para el 26 de junio, dijo el gobernador que aseguró que no lo lograrán, recogió la agencia de noticias AFP.

Mientras tanto, las autoridades prorrusas de la autoproclamada República de Lugansk aseguraron durante la noche de este lunes que unos 20 civiles salieron de la planta química de Azot, en Severodonetsk.

El representante de Lugansk en Moscú, Rodion Miroshnik, explicó que las personas evacuadas fueron puestas a salvo, mientras que la salida del resto de los civiles y la deposición de las armas por parte de los militares ucranianos se complica por el constante bombardeo de la ciudad, informó la agencia de noticias TASS.

«A medida que las fuerzas aliadas se mueven por el territorio de Azot, los civiles, que han permanecido en los refugios de la planta durante las últimas semanas, comienzan a abandonar los refugios», agregó Miroshnik en Telegram.

Las autoridades prorrusas acusan a los «mercenarios extranjeros» de estar bloqueando el proceso de negociación y la rendición de los militares ucranianos atrincherados en la planta química de Azot, en la ciudad de Severodonetsk, reportó Europa Press.

Severodonetsk, último bastión de Ucrania en Lugansk, se ha tornado como el escenario más activo de las hostilidades en las últimas semanas.

Las fuerzas de Kiev se han recluido en la planta de Azot, una maniobra que recuerda a la que llevó a cabo finalmente sin éxito en la sureña Mariupol, donde se parapetaron en las instalaciones de la fábrica siderúrgica de Azovstal.