No es un miércoles más para los rosarinos. ¿Por qué? Desde hoy los usuarios de taxis y remises ya debieron desembolsar más dinero para pagar los autos de alquiler. Es que entró en vigencia la nueva tarifa, que indica un incremento del 20 por ciento, mientras que desde el 1º de noviembre habrá que agregar un 10% más.

Así, esta mañana los relojes marcaron en muchos casos la nueva tarifa: para horario diurno la bajada de bandera es de 15,60 pesos; la ficha de 0,80 peso e igual importe para el minuto de espera; mientras que la nocturna será de 18 pesos la bajada de bandera y 0,90 peso la ficha y el minuto de espera. En tanto, el adicional por radio llamada se fija en 3 pesos.

Por su parte a partir del 1º de noviembre la bajada de bandera será de 17 pesos en la tarifa diurna, con un valor de 0,85 peso la ficha; y en el caso de tarifa nocturna, 19,50 pesos la bajada de bandera y un peso la ficha; mientras que el adicional por radio llamada se establece en 3,25 pesos.

En cuanto a los remises se fija una tarifa para la bajada de bandera de 24,60 pesos; 0,97 peso la ficha y 1,44 pesos el minuto de espera. Desde el 1º de noviembre la bajada de bandera será de 26,70; la ficha 1,05 pesos y el minuto de espera, 1,56 pesos.

Cabe recordar que este aumento se aprobó en el Concejo y votaron favorablemente los bloques Socialista, Unión Cívica Radical (UCR), UCR 1983, Coalición Cívica-ARI, Partido Demócrata Progresista (PDP), Partido del Progreso Social (PPS), Compromiso con Rosario, Peronismo Solidario y los ediles María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, del bloque Radical, que totalizaron 14 votos.

En tanto, se opusieron las bancadas del Frente para la Victoria (FPV), Unión PRO Federal, Rosario Federal, Iniciativa Popular (IP) y el edil Jorge Boasso, del bloque Radical, que sumaron 10 votos.

Sobre el tema hablaron los ediles Carlos Comi, de la Coalición Cívica-ARI, quien preside la comisión de Servicios Públicos; María Fernanda Gigliani, de IP; María Julia Bonifacio, de Unión PRO Federal; Roberto Sukerman, del FPV; Diego Giuliano, de Rosario Federal y Jorge Boasso, del bloque Radical.

Comi, titular de la comisión de Servicios Públicos, destacó el trabajo realizado en la misma en las últimas dos semanas sobre el tema y precisó que «la modalidad adoptada es similar a la del año pasado», con el incremento dividido en dos tramos, que suma en total «alrededor del 30 por ciento». Aludió a la «situación difícil con un denominador común, la inflación. Difícil para los trabajadores y los titulares y más difícil para los usuarios».

La edila Gigliani consideró que correspondía «una adecuación de tarifas», pero cuestionó los problemas en el servicio, como los temas vinculados a la seguridad. Sostuvo que «no es una ecuación lineal trasladar el costo al precio y cuál es lo que el usuario real puede pagar» para mencionar que en las negociaciones paritarias «no hubo aumentos del 50 o el 40 por ciento, sí del 27 por ciento», por lo que insistió en que «no acordamos con el monto» del aumento propuesto.

También cuestionó el aumento propuesto la edila Bonifacio, quien indicó que «parece que ahora no se puede esperar un minuto más», en relación al aumento, para destacar que «no queremos ser cómplices de una cadena de favores».

A su turno el concejal Sukerman dijo que «falta el poder político» para el cumplimiento de las normativas y en tal sentido mencionó a «la secretaria de Servicios Públicos, Clara García». Y sostuvo que «la calidad del servicio deja mucho que desear».

En tanto, el edil Giuliano consideró que el servicio había nacido como uno diferencial, «pero en Rosario funciona como una especie de muleto del transporte urbano de pasajeros». Asimismo coincidió en la falta de cumplimiento de la normativa sobre seguridad, «con la excepción del GPS. No podemos aceptar un aumento puro y duro».

Mientras que el concejal Boasso también cuestionó el «aumento puro y simple», para recordar el incumplimiento de normativas. Resaltó que «la bajada de bandera pasa a ser la más alta del país y la ficha la 4ª del país».

Foto: Salvador Hamoui