Los titulares de remises de Rosario se presentaron en el Concejo Municipal para solicitar un aumento de la tarifa del 60 % debido a que los últimos aumentos superaron “largamente el desfasaje calculado por el Ente de la Movilidad que arrojó en marzo un 80 %”.

En tal sentido, uno de los voceros del grupo, Marcelo Díaz, recordó que en esa oportunidad le dieron “solamente un 35 %” y añadió que “prestar el servicio se hace cada vez más complicado”.

“Estamos pidiendo prórroga permanentemente y cada vez que vence el modelo de un vehículo venimos al Concejo y lo aprueban porque son solidarios con nosotros. Hay autos que tienen hasta trece años de antigüedad y seguramente vamos a tener que seguir pidiendo prórrogas”, aclaró más adelante.

A su turno, Natalia Gaitán detalló: “No estamos llegando a fin de mes, los trabajadores están padeciendo una situación crítica, y creo que tienen que tomar medidas urgentes. Es una tarifa muy política, pero la realidad es que ningún trabajador llega a la canasta básica, y muchas de nosotras somos madres y sostén de familia”.

“Venimos a hablar con la verdad, con los números y a pedirles que tengan en cuenta que la actividad está desgastada, se nos están bajando los trabajadores, tenemos una ciudad muy crítica con el tema de la inseguridad, y ganan poco”, describió, antes de revelar que en materia de inseguridad estuvieron “a punto de entrar a una reunión” y se la cancelaron “en la puerta.

Enseguida, Díaz acompañó los dichos de Gatián al agregar: “Todavía no tuvimos una reunión con la nueva jefa de policía, Margarita Romero, que habían pautado una reunión con nosotros y 10 minutos antes nos suspendieron la reunión”.

“Hay una desconsideración total de parte del Ministerio de Seguridad, no nos dieron ningún tipo de motivos, y nunca más nos llamaron. La verdad es que nosotros estamos completamente desprotegidos a la noche, no funcionan los puntos móviles de seguridad y no tenemos ningún tipo de contacto, como sí lo hemos tenido antes con funcionarios del Ministerio de Seguridad y con la propia policía”, reveló.

En tanto, otro de los representantes de los titulares de remises, Alfredo Gordo recalcó que solicitan el 60 % de aumento y expuso que “todavía no tienen los estudios de costos” y que por ese motivo solicitaron “ese porcentaje, porque los estudios de costos que puedan tener ellos, van a ser como de costumbre, mentirosos”.

“No sé quién los emite, pero no me puede dar lo mismo un estudio de costos en un remís que en un taxi, por la sencilla razón de que nosotros pagamos 40 a 50.000 pesos a la agencia por mes y ellos están pagando, como corresponde, 10 o 12.000 pesos por mes”, especificó.

Inmediatamente, Gordo abundó: “Ellos cambian los coches cada diez años y nosotros, por el servicio que brindamos, lo hacemos cada cinco. Entonces por eso los estudios de costos son mentirosos”.

Además, puntualizó: “El otro punto fue la tarjeta gerencial, eso significa que pedimos una tarifa diferente en el caso de las cuentas corrientes. No debe ser que cualquiera de nosotros, laburantes, tome un remís para ir al aeropuerto y pague 2.000 pesos, se baja, mete la mano en el bolsillo y paga.  Y las empresas, llámese Bunge y Born, Nidera, Cargill o cualquiera de las multinacionales, tienen cuenta corriente, ponen la firma y las cobramos a los 45 o 60 días, eso es una barbaridad, y es por eso también que es uno de los motivos por los cuales los remises se están viniendo abajo”.

Finalmente, Gordo especificó: “Es una vergüenza, en la segunda ciudad del país, están trabajando 200 autos y si no dan la prórroga que se está pidiendo, hay 85 autos que tienen que dejar de trabajar por el modelo. Han dejado al remís de lado.