Llegó la advertencia y más tarde la confirmación.  La Unión Tranviarios Automotor (UTA), a través del secretario general, Manuel Cornejo, había anunciado que si no había novedades acerca de sus reclamos,  minutos antes de las 15 iba a ponerse en marcha en Rosario el paro de colectivos, que involucra a las líneas urbanas.

A medida que se acercaba la hora, comenzaba a verse en las calles una merma de unidades de todas las empresas; los rosarinos, apurados y confundidos se subieron al primer ómnibus que encontraron.

Desde la UTA, aclararon que “la medida es hasta la cero hora, en principio, porque mañana podría agravarse la situación ya que, de no ratificar el depósito y la regularización de salarios, son muchas las líneas que estarán ausentes”.

Para el secretario general del gremio que nuclea a los choferes de colectiveros, esta situación “es un mamarracho”. Ahora, habrá que estar atentos porque Rosario amanecerá con un conflicto que afecta a la ciudad entera.