Por Lautaro Zeballos

El abogado Sebastián Cáceres será precandidato a diputado provincial por el espacio Futuro Radical, que disputará internas dentro del Frente de Frentes. Su intención es llegar a la Legislatura de Santa Fe para impulsar políticas que aborden de manera integral la problemática de inseguridad. Según marcó en una entrevista exclusiva con Conclusión, las soluciones no vendrán de la mano de «la politiquería» o «algún eslogan», sino por vía de una reforma policial; una revinculación del ciudadano con el servicio de justicia, e iniciativas que repiensen las cárceles, entre otras medidas.

«Antes que un militante político soy un ciudadano; un santafesino, que sufre los mismos dolores que sufren todos. Sabemos que el problema de la inseguridad no es una sensación, como nos querían hacer creer hace unos años; es una problemática que nos pega en el pecho, nos duele. Todos hemos vivido en carne propia o a través de alguna persona que queremos un hecho delictivo. Entiendo que esta cuestión no se va a resolver ni con politiquería ni con eslóganes baratos o caros. Hay que tener un proyecto político que pueda empezar a transformar esta situación», resaltó el radical en declaraciones a este medio.

Para Cáceres, hay un paquete de iniciativas sobre las que debe trabajarse para tratar integralmente la problemática de inseguridad que atraviesa la provincia en general y la ciudad de Rosario en particular. Si bien hay cuestiones que liga directamente a decisiones nacionales, considera que la Legislatura no puede quedarse de brazos cruzados, ya que cuenta con un amplio abanico de posibilidades de injerencia sobre este tema. «Hay que revincular al ciudadano con el servicio de justicia, que hoy está muy desprestigiado, e instrumentar juicios por jurado. Así le daremos un rol central en la toma de decisiones, algo que va a ayudar a reconciliar la Justicia, la política y el Estado con los santafesinos», ejemplificó.

Al hacer foco en el debate en torno a la posibilidad de que las grandes ciudades cuenten con una policía local comandada por los intendentes, el precandidato a diputado provincial planteó que es una discusión válida, pero que en ningún momento debe interpretarse la eventual implementación de esta medida como una solución que por sí sola terminará con el delito en Santa Fe.

«El delito es un fenómeno social complejo. Si nosotros pretendemos resolverlo desde la política, con un par de frases mágicas, lo que estamos haciendo es mentir. Cuando alguien nos miente, tenemos que parar las antenas como, desconfiar, y entender que el camino no va por ahí. Planteo esto porque creo que desde el Estado tiene que haber un plan político integral para enfrentar al delito, que no tiene que ver solo con políticas de prevención y represión», señaló.

«(En este plan) tienen que estar las fuerzas de seguridad y la Justicia -continuó-, pero no alcanza con eso. Tiene que haber políticas de integración, porque eso es lo que en definitiva va a atacar las causas del delito. Después sí podemos empezar a mirar lo que tiene que ver con las políticas de prevención y represión. Es analizable que algunas ciudades, que son más complejas por su volumen y población, como Rosario y Santa Fe, puedan tener una policía municipal, pero venimos viendo hace ya 30 años que los Estados provinciales derivan responsabilidades a los municipales sin derivar los fondos necesarios».

En su razonamiento, Cáceres destacó que la distribución y la equidad traen paz, orden y justicia. El camino a transitar -dijo- es ese. En un segundo punto de intervención estatal puede aparecer la descentralización de las fuerzas de seguridad, pero siempre -insistió- con el acompañamiento de los recursos necesarios para ponerse al frente de esa institución.

Igualmente, antes de avanzar con la conformación de fuerzas de seguridad locales, el abogado aseguró que es prioritario avanzar en una reforma policial. «Creo que hay que repensar la normativa, que es algo que le corresponde a todo legislador. Hoy la Policía se rige por normas que son de la década del 70, de la época del proceso militar, que ya están obsoletas y no funcionan como deben funcionar. Hoy un policía que está sospechado de un abuso o un hecho de corrupción pasa a disponibilidad y cobra el 50% de sus haberes durante un tiempo prolongado y eso no es justo para nadie. No es justo para el buen policía que de golpe pasa a disponibilidad y queda indeterminadamente en esa situación y cobrando solamente parte de su sueldo, ni tampoco es justo para la ciudadanía y para la institución si es un policía que tiene que ser rápidamente sancionado y removido», explicó.

Cáceres asume que en los años electorales es difícil llegar a estas discusiones de fondo en los ámbitos legislativos, pero sostiene que todos los espacios políticos tienen que tomar el compromiso de debatir prioritariamente las normativas que rigen sobre las fuerzas de seguridad. «No hay más margen para seguir haciendo politiquería, hay que resolver cuestiones y para eso tiene que haber consensos. Si no hay consensos, esto va a seguir en un tironeo de un lado para el otro; viendo quién tiene más culpas y quién hizo peor las cosas, y vamos a seguir siendo testigos de como cae la calidad de vida de los santafesinos», resaltó.

Mejores cárceles

Sebastián Cáceres, de 42 años, es abogado, estudió Criminología, y desarrolló su trabajo en el cargo de delegado de la Procuración Penitenciaria, lugar desde el que busca desarmar frases hechas, prejuicios y discursos facilistas a través de datos y experiencias concretas.

«Lamentablemente, en la Argentina se habla mucho sin saber. Se llenan espacios con frases lavadas que suenan bien en función de lo que las encuestas dicen que la gente quiere escuchar. Sé lo que debería decir para que suene dulce al oído del oyente, pero también sé que sería mentira. No quiero ni puedo mentir: tenemos que tener mejores cárceles», expresó.

Al aclarar este punto, el militante radical puntualizó que es necesario avanzar hacia un modelo diferente al que proponen algunos sectores: el mejor escenario futuro -dice- no es con cárceles llenas o penales por todos lados, sino con menos cárceles a raíz del cierre de las mismas por la baja del delito. Hacia allí entiende que deben encaminarse las políticas públicas.

«Quiero contar algunos datos: aproximadamente el 50% de la población privada de libertad en la Argentina son presos sin condena. Esto quiere decir que para el sistema legal son personas inocentes, porque hasta tanto no tengan un debido proceso y a través de las pruebas un juez dictamine que ha cometido un delito, son personas inocentes. Esto quiere decir también que lo que debería ser la excepción según nuestro derecho, que es la prisión preventiva, es la regla», cuestionó.

«Esto -amplió- quiere decir que si se te imputa un delito; si hay una mínima sospecha o una razonable sospecha de que cometiste ese delito, se pide tu orden de captura y te detienen. Puede pasar, porque pasa muchas veces, que a los seis meses o un año y medio después el Estado venga y te diga ‘te podés ir porque no hay pruebas’. En ese período de tiempo probablemente perdiste tu trabajo; quizá también a tus amigos; y no tengas ninguna duda de que vas a ser señalado por la calle y te va a costar conseguir empleo».

Ante este escenario, el precandidato a diputado provincial acentuó que es central repensar las cárceles para ser «duros e implacables» con el delito -con tecnología abocada a la inteligencia criminal- y a la vez generar entornos que no sigan elevando la represión, sino que empiecen a construir integridad.

«Esto quiere decir que en general, la mayor parte de la población privada de la libertad, no solo en Argentina sino en el mundo, son personas pobres, con bajo nivel de instrucción. El derecho penal selecciona -esto no lo digo yo, lo plantean los estudiosos del derecho penal y la criminología- pobres y personas con bajo nivel de instrucción. Cuando llegan a la cárcel, tenemos una oportunidad como Estado, como sociedad organizada, para instruirlos, por un lado, y para incluirlos a un esquema saludable, social, que tiene que ver con una persona productiva y que trabaja», aclaró.

«La tenemos que empujar, estimular, para que aprenda los valores del trabajo, y que pase también por la escuela si no sabe leer o escribir, porque esa persona privada de libertad en algún momento va a recuperarla, y cuando la recupere tiene que ser una persona mejor. ¿Qué estamos desde el Estado para eso? poco y nada. Pensemos realmente qué sociedad queremos; y cómo atacamos este fenómeno desde las políticas de seguridad. Les puedo asegurar que esto (de la inseguridad) con garrote solamente no se resuelve. Quien diga lo contrario, miente», remarcó.

Armado electoral

El espacio Futuro Radical que llevará a Sebastián Cáceres como precandidato a diputado provincial está dentro del Frente de Frentes que integran Juntos por el Cambio; el espacio Creo -que dirige el intendente de Rosario Pablo Javkin-; el GEN; UNO; el Partido Demócrata Progresista; y una parte de la dirigencia del Partido Socialista, entre otros. De esta manera, competirá en internas en la categoría legislativa contra las diferentes precandidaturas que decidan impulsar desde esos sectores.

Cáceres marca que el objetivo máximo está en colocar a un dirigente radical en la Casa Gris, mientras él y el resto de sus compañeros de lista ocuparían desde la Legislatura un rol de control sobre el Ejecutivo. Al ser consultado por el nombre específico que acompañarán en la carrera a la Gobernación, el abogado dijo que aún están escuchando las diferentes propuestas. «Sabemos que vamos a acompañar a una persona de extracción radical, pero también queremos ciertas garantías de que se van a hacer las cosas que el radicalismo siempre buscó hacer, que tiene que ver con fortalecer la institucionalidad y traer justicia social», aclaró.

«Nos quedan unos 30 días para que se definan las listas y se terminen de clarificar algunas cuestiones, y para que arranque formalmente la campaña. Confío en que va estar la mayor parte del radicalismo atrás de una figura radical que pueda transformar la provincia de Santa Fe», agregó.

En el plano nacional tienen una visión más clarificada. Si bien respaldarían al actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en caso de quedar en carrera a las generales presidenciales, se sienten mucho más identificados con lo que propone y expresa el neurocientífico y diputado nacional Facundo Manes. «Aspiro y quiero que sea el presidente de los argentinos. No digo que sea Raúl Alfonsín, que para mí fue un modelo de militante, político y estadista, pero lo veo a Facundo y escucho muchas de las cosas que nosotros decimos desde hace mucho tiempo», valoró.

Dentro del Frente de Frentes hay miradas diferentes -que en algunos casos llegan a ser antagónicas- sobre algunos temas de la agenda política. Aun así, Cáceres dice que por el lado del radicalismo aspirarán a llegar unidos para poder liderar este espacio amplio y diverso. «Si una organización política consolidada el radicalismo llega lo suficientemente cohesionada y con claridad de mirada, va a poder ordenar al resto del arco político», concluyó.

Grabación de video: Hernán Cabrera
Edición: Sofía King