Por Guido Brunet

 

Todo comenzó con los “Locos de la azotea”, un grupo de jóvenes que transmitieron la opera Parsifal desde la terraza del teatro Coliseo de Buenos Aires. Vertiginosamente las radios comenzaron a emerger e inmediatamente se convirtieron en un fenómeno social.

Aquella primera transmisión radiofónica de la historia se registró en Argentina en agosto de 1920. Si bien se cuenta con un antecedente en 1906 -el canadiense Reginald Fassenden, emitió un mensaje navideño para tripulantes de embarcaciones en la costa estadounidense- nuestro país se arroga la primera transmisión radial.

 

El médico Enrique Susini lideró un grupo de jóvenes, integrado también por Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza, que logró que la ópera sea recibida por aparatos repartidos a las personas que se encontraban en las inmediaciones de la sala. Ese fue el puntapié inicial de un medio que creció a pasos agigantados desde aquel día. Cambió mucho, claro, pero continúa con esa magia tan característica.

Poco a poco, la radio comenzó a convertirse en un objeto central en los hogares haciendo llegar sucesos históricos

Con la transmisión de Parsifal se inauguró también la primera emisora nacional: LOR, Radio Argentina. Fue la primera emisora inscrita como empresa radial en un registro internacional, razón por la cual es reconocida como la primera radio del mundo. Entonces fue bautizada con su denominación tradicional, aunque durante un tiempo también funcionó como Sociedad Argentina de Broadcasting.

 

>Te puede interesar: Radio en Rosario: inicios, protagonistas y la evolución de un medio que no pierde la magia

A la exitosa emisión inicial se sucedieron conciertos, algunas noticias y hasta la lista de las farmacias de turno, y poco a poco los contenidos se fueron ordenando en una programación y se agregaron transmisiones desde los teatros Colón y Cervantes.

Desde ese momento, poco a poco, la radio comenzó a convertirse en un objeto central en los hogares haciendo llegar sucesos históricos. Por ejemplo, en 1922, Sociedad Radio Argentina anunció la asunción a la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear. Además, la transmisión de música clásica se convertía en un hecho de frecuencia casi diaria.

En 1922 surgieron las radios “Cultura”, “Sudamérica” (actual radio “Mitre”) y “Brusa” (que cambiará su nombre a “Excelsior” y luego a “La Red”) y al año siguiente “Grand Splendid”, actual “Splendid AM990” y – en Rosario – “Cerealista”, hoy LT3, la primera emisora fuera de Buenos Aires.

En 1923, se emitió la llamada “pelea del siglo” entre Luis Ángel Firpo y Jack Dempsey. Hasta que en 1924 llegó el fútbol con un partido entre Argentina y Uruguay. En ese año aparecerían “Nacional”, antecesora de “AM950 Belgrano”, “Brigadier López” en Santa Fe y “Radio Parque” en Mendoza, y en 1927 seguiría “Broadcasting Municipal”.

>Te puede interesar: Un programa imaginario con las grandes voces del dial de la ciudad

Luego desembarcaron “Rivadavia”, “Porteña”, que después se transformaría en “Continental”, “Casa América” (hoy “Del Plata”), “El Mundo”, y en 1937 la “Estación de Radiodifusión del Estado”, actualmente “Radio Nacional”, que en aquellos años llevó adelante un proyecto innovador para la época: la Escuela de aire, que permitía la escucha de programas elaborados por el Ministerio de Educación en las escuelas.

Los años 40 podrían catalogarse como la época de oro de la radiodifusión.

Sobre el cierre de los años 20 y comienzo de los 30, surgió el radioteatro con artistas destacados como Hilda Bernard, Susy Kent, Luis Sandrini, Pepe Arias, Enrique Santos Discépolo (con su creación “Mordisquito”) y la mítica Niní Marshall.

>Te puede interesar: Radio Colonia: la emisora uruguaya que informaba a los argentinos ante la censura de la dictadura

La música folclórica llegó a todo el país de la mano de “El Fogón de los arrieros”, conducido por Buenaventura Luna. Es que la radio democratizaría el acceso a la cultura, ya que quienes no podían comprar los discos accedían a la música a través de la radio.

Los años 40 podrían catalogarse como la época de oro de la radiodifusión. Las programaciones contaban con las grandes estrellas de la música, las orquestas de tango más importantes, y los ciclos de radioteatro como Los Pérez García paralizaban la vida cotidiana.

En el humor sobresalieron “Los cinco grandes del buen humor”: Pato Carret, Jorge Luz, Juan Carlos Cambón, Zelmar Gueñol y Guillermo Rico. Y la “Revista Dislocada” de Délfor Dicásolo y Aldo Cammarota.

En el deporte se había consolidado “La Oral Deportiva” creado por Edmundo Campagnale por Radio Rivadavia. Pero luego apareció el relator Fioravanti, quien revolucionó las transmisiones de fútbol acompañado por los comentarios de Lalo Pelliciari. El automovilismo irrumpió con “Coche a la vista”, conducido por Luis Elías Sojit. Y en el boxeo, Borocotó.

En los años 50 nace la televisión y la radio debió reconvertirse. Lo hizo centrándose en la información y la música.

A fines de esta década, el Estado Nacional recuperó todas las licencias que estaban en manos privadas y extendió la creación de nuevas estaciones de radio en el interior del país. En octubre de 1953 el Parlamento promulgó la Ley 14.241, la primera en el campo de la radiodifusión sancionada con el Congreso en funcionamiento. Y a partir de 1957, con la instauración de la dictadura militar fueron privatizadas la mayor parte de las radios.

En los años 50 nace la televisión y la radio debió reconvertirse. Lo hizo centrándose en la información y la música. A comienzos de esa década desembarcó Alejandro Romay, fundó Radio Libertad y dio vida a marcas históricas como “Grandes Valores del Tango” y “Lluvia de estrellas”.

>Te puede interesar: Caramelos Surtidos, un programa de radio con un gusto diferente

Antonio Carrizo, por su parte, conducía “La Vida y el Canto”, donde se presentaban diversos artistas en vivo. Entre los musicales también destacó La cabalgata musical Gillette, la primera en emitir un tema de Los Beatles y el folklore encontró un lugar de encuentro en con “Argentinísima” de Julio Mahárbiz.

 

A fines de los 50 José María Muñoz se hizo cargo de la Oral Deportiva, tarea que ejerció durante 34 años, hasta su fallecimiento. Muñoz fue el más destacado periodista deportivo radial argentino, y el programa continúa en radio tras 87 años ininterrumpidos.

En la década del 60, se impone un código más informal en el que destacan Fontana Show que rompió moldes establecidos, La Gallina Verde, El Diablo Cabo y a partir de 1967 el Rapidísimo de Héctor Larrea.

La radio también fue el medio de comunicación que permitió sortear la censura impuesta por las dictaduras en el país, ya que desde la uruguaya Radio Colonia se informaba de los sucesos en Argentina de la mano de Ariel Delgado con su clásico: “hay más informaciones para este boletín”.

La última dictadura impuso su control sobre los medios de comunicación y la censura se instauró también en la radio.

La década del 70 llegó con una novedad: las primeras emisoras en frecuencia modulada (FM). Las mismas se diferenciaron de las AM por dedicarse principalmente a la música. Fue allí cuando aparece Juan Alberto Badía, como destacada voz del rock. Y en los espacios informativos aparecen: Víctor Sueiro, Julio Lagos y Mario Mactas.

La última dictadura impuso su control sobre los medios de comunicación y la censura se instauró también en la radio con listas negras y músicos cuya obra no podía ser difundida. En este contexto, Radio Colonia volvió a ser importante para la información de Argentina.

Los años 80 se caracterizaron por una profunda renovación de estilos y contenidos en los medios de comunicación, a tono con la recuperación de la democracia y el fin de la censura. Aparecen varios periodistas dedicados al comentario político como Magdalena Ruiz Guiñazú, Santo Biasatti y Eduardo Aliverti, entre otros.

Otro de los locutores que marcaron una época fue Hugo Guerrero Marthineitz, conocido como el “Peruano Parlanchín”, con Show del minuto. También surgieron voces femeninas como Nora Perlé, Betty Elizalde, Nucha Amengual y Graciela Mancuso, sumadas al estilo pausado de Omar Cerasuolo, dedicado al folklore latinoamericano.

>Te puede interesar: Tres décadas de Aire Libre: “Impusimos que cualquiera podía sentarse a hablar, sin filtro”

En el deporte brilló Víctor Hugo Morales, que primero en Radio Mitre y luego en Continental, marcaría un estilo de relato al que aportaría una gran cultura general. Algunos programas de entonces se convertirían en emblemáticos de esa época, como “Sin Anestesia” de Eduardo Aliverti, “Sueños de una noche de Belgrano” con Jorge Dorio y Martín Caparrós o “Ciudadanas” de Ana María Muchnik.

La FM inicia su gran despegue, revolucionando la estética del medio.

En tanto, Alejandro Dolina dejaría su huella con “Demasiado tarde para lágrimas”, que debutó en radio El Mundo, y luego con “La Venganza será terrible”, que sigue siendo parte del dial en AM 750. A su vez, el “Tom Lupo Show” encabezado por el psicoanalista y poeta, difundía bandas por entonces emergentes como Los Redondos, Sumo y Soda Stereo.

La FM inicia su gran despegue, revolucionando la estética del medio. Una de las pioneras fue Rock and Pop, creada en 1985 y dirigida por Daniel Grinbank. En 1987 sale al aire el mítico “Radio Bangkok”, conducido por Lalo Mir, Bobby Flores y Douglas Vinci. Más tarde el locutor daría forma a “Animal de Radio”.

 

Por esos años, llegaría “¿Cuál es?” de Mario Pergolini y Eduardo de la Puente, programa que se ubicó como el más escuchado de su franja horaria durante casi 20 temporadas. De la emisora también se destaca “Day Tripper”, conducido por Juan Di Natale, que permaneció 16 años al aire.

La radio tendría otras figuras como Elizabeth Vernaci con “Tarde Negra”, Ari Paluch en “Feedback” y Jorge Lanata con “Hora 25” y “Rompecabezas”. Paralelamente, por esos años surgirían las radios comunitarias, que tuvieron su auge en los 90 y 2000 en Argentina. Ya son más 4 mil las radios de baja potencia en todo el país, que surgen como herramienta para comunicar la realidad de las personas que viven en un barrio o pueblo determinado.

A pesar de los constantes desafíos, la radio goza de vigencia producto de su renovación y su complementación con las plataformas digitales.

La decana de la radiofonía nacional, Radio Argentina, dejó de transmitir en 1997, pero simultáneamente nació Radio 10, que hasta 2012 fue la líder en audiencia, sobre todo en el espacio matinal conducido por Oscar González Oro.

Otras FM nacidas en estos años fueron: La 100, FM 105 -más tarde Hit, hoy 40 Principales-, Horizonte -actual Radio Disney-. Y en los últimos años se destacan Metro, Mega y Pop.

En FM Metro dejaría su huella, Fernando Peña, quien en su “Parquímetro”, daba vida a sus creaciones como Martín Revoira Linch, Palito y La Mega, entre otros. En la misma emisora Matías Martin conduce ininterrumpidamente desde 2001 “Basta de Todo”.

Durante este primer siglo de vida, la radio lidió con la aparición de los medios audiovisuales, vio esfumarse la ficción de sus radioteatros hacia las luces de la televisión, dejó de lado los programas de humor y quedó vacante el espacio de las orquestas en vivo.

Hoy, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han abierto infinidad de canales de comunicación a través de internet. Además, buena parte de las emisoras del país sumaron transmisiones online.

A pesar de los constantes desafíos, la radio goza de vigencia producto de su renovación y su complementación con las plataformas digitales y el auge del podcast, una nueva manera de consumir producciones sonoras. Lo que nunca cambia es la pasión de quienes largan su voz al éter y quienes prenden un dispositivo, cualquiera sea, para escucharlos.