Carlos del Frade (Frente Social y Popular) y Héctor Cavallero (Partido del Progreso Social) ofrendaron parte de la agenda en la que trabajan hace años a María Eugenia Bielsa (ex vicegobernadora, ex diputada renunciante) para uno de sus primeros pasos electorales en vistas a su precandidatura a gobernadora por el peronismo. Fue con una conferencia de prensa en un hotel céntrico sobre “Seguridad, violencia y narcotráfico”.

Se buscó que el hecho no tenga connotación electoral. Pero a un mes y medio del cierre de listas, con Bielsa jugando al misterio, es imposible. De todos modos la lectura no es lineal. Del Frade quizás apoye su candidatura desde una lista de diputados por afuera del frente que encabece el justicialismo, y Cavallero, aliado minoritario del PJ, definirá entre el espacio de Bielsa y Unidad Ciudadana. Pase lo que pase, entre los tres perduran vínculos políticos y respeto mutuo.

La conferencia repitió una metodología que los diputados ensayaron en ocasiones anteriores, haciendo eje en lo local porque de hecho son legisladores provinciales, y una mirada más amplia que intenta abarcar la complejidad del asunto: hablaron de los tres niveles del Estado, de la Policía, de la Justicia federal, de las cuevas donde a la vista de todos se lava dinero del delito (Cavallero citó Rioja y Mitre, Córdoba y Corrientes, entre otras), de la hidrovía, de los puertos y los depósitos fiscales por donde pasaron toneladas de drogas escondidas rumbo a Europa.

Por su parte, la ex vicegobernadora 2003-2007 actuó en su condición de precandidata. En los próximos cuatro meses tiene la difícil tarea de llamar la atención y convencer electores. Y al igual que la mayoría de los candidatos de la oposición pondrá el foco en seguridad y narcotráfico.

Por eso, a diferencia de Cavallero y Del Frade, apuntó sin vueltas a la primera gestión de quien vuelve como candidato del Frente Progresista. Mencionó la detención del ex jefe policial Hugo Tognolli en 2012, la omisión policial del ingreso del Quemadito Rodríguez en el Heca la noche del triple crimen de Villa Moreno y la polémica (saldada para la Justicia) sobre si hubo irregularidades por la apertura por parte de un funcionario del Poder Ejecutivo de la PC del empresario y narco Luis Medina a poco de su asesinato.

Esas y otras polémicas fueron largamente debatidas. En su momento llevaron a la interpelación de funcionarios en la Legislatura provincial e investigaciones judiciales. Los candidatos opositores, especialmente los del peronismo, los reflotarán en la campaña. Sostienen que más allá de resoluciones judiciales que no encontraron delitos -la única funcionaria imputada es la ex secretaria de Delitos Complejos Ana Viglione por falso testimonio- persisten dudas y puntos oscuros sobre el accionar de los gobiernos del Frente Progresista.

El retorno de Antonio Bonfatti a primer plano y la reapertura de la disputa electoral que definirá el gobierno del tercer o cuarto distrito del país será el escenario de una contienda discursiva que se anuncia de artillería pesada, con el oficialismo parado en el centro, con todas las ventajas que eso tiene, pero a la vez atrayendo fuego adversario desde distintos ángulos. Cambiemos no tiene para ofrecer un libreto más atractivo que el del peronismo, pero no por eso con menor capacidad de fuego.

Con tres gestiones realizadas el Frente Progresista deberá dar cuenta de las buenas y las malas. Estas últimas serán materia prima para la oposición: el tendal de muertos por la violencia narco, expansión del negocio y una fuerza policial que, como dijo ayer Del Frade, al igual que las restantes policías provinciales y las cuatro federales, es parte del problema. No sólo no hay depuración sino que siguen apareciendo altos oficiales relacionados a bandas en puestos clave.

El oficialismo no está de manos atadas para defender la gestión. Así como hay bandas activas y personajes que parecen intocables y más barrios tomados (Casiano Casas está azotado por la violencia narco, por ejemplo) también están tras las rejas y con importantes condenas las cúpulas de Los Monos, los Camino, los Cantero y al fin parece haber caído en desgracia Esteban Alvarado, entre otros.

La comparación es otra carta que el gobierno juega permanentemente en su defensa. La ausencia en el resto del país de una experiencia exitosa de combate al narcotráfico, reducción de niveles reales de delito y violencia que no signifique darle el manejo o control del mismo a la Policía.

Otra carta. Bielsa fue vicegobernadora, es peronista y ante la militancia a la que le habla en reuniones reducidas y de bajo perfil se identifica como 80% kirchnerista (el 20% de rechazo es por su convicción de que “robaron”). Ella será interpelada también: Los Monos y los Camino no nacieron ni se volvieron malos el día que asumió el Frente Progresista y el notable incremento de exportaciones de drogas ilegales se hizo perforando pasos fronterizos y utilizando depósitos fiscales y puertos ubicados en Santa Fe y Buenos Aires pero bajo jurisdicción nacional.

Las mismas reglas corren para el resto de los candidatos. El allanamiento a un inmueble insular en posesión de la diputada Rodenas atribuido anteriormente a un narco prófugo de la Justicia, aun cuando en lo precario de la investigación no es posible discernir si el hecho la tiene como víctima u objeto de investigación, representa una piedra en el arranque de la campaña de Omar Perotti.

Todo está encaminado para que sea su compañera de fórmula.

Cada uno hará el recorte temporal y de protagonistas que le convenga. El paso siguiente será encastrar hechos y preguntas lo más verosímil posible.
2019 no será diferente a lo que son las campañas desde hace años. Los oficialismos se concentrarán en sus aciertos y tratarán de mantenerse en el camino trazado. Responderán sobre los problemas en la medida que la oposición muestre capacidad de daño y por tanto ponga en riesgo la permanencia en el control del aparato estatal.

La cuestión es la intensidad que alcance esa ida y vuelta. En los boxes de la política provincial se augura una campaña electoral de las más duras que se recuerde. Y no será precisamente limpia.