Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

El ex jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino, Cesar Milani dialogó con Conclusión y analizó la situación de las Fuerzas Armadas, las líneas internas que conviven desde la batalla de Pavón, la pandemia, el rol de la Defensa, los ataques del «neoliberalismo» a las Fuerzas Armadas, la pospandemia y afirmó que la disputa entre bloques anuncia enfrentamientos políticos, económicos y puede que también militares, pero alertó que «vienen tiempo difíciles», y reparó que «Argentina no puede ser furgón de cola de ninguna potencia».

El militar, contextualizó sobre los reclamos recientes de quienes se autodenominaron mesa de enlace militar, y expresó que «estas personas que intentaron conformar una organización no representan al personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad, policías y retirados», y agregó que ese grupo tiene miembros que tuvieron «una participación directa, y que por acción u omisión en el pasado durante los últimos cuatro años» de Macri los alcanza «su desastrosa política de defensa, que costo terrenos, inmuebles, vestimenta ,equipamientos y ni hablar del hundimiento del ARA San Juan».

Ernesto Bossi – Encabezó la Mesa de Enlace

«Organizan esto ahora porque el terreno de las fuerzas es proclive a tener cierta falencia hace cuarenta años, aunque el único período de reequipamiento de las FF.AA fue de 2012 a 2015. Sus reclamos no son de origen «gremial si se los puede llamar así», sino que son de carácter político, y de ser así hay un contexto ideológico y político que coadyuva a que se conforme este tipo de agrupaciones vinculadas con el PRO y una parte del radicalismo, la oposición», manifestó.

La llamada Mesa de Encuentro Libertador General San Martín, o  «mesa de enlace militar», que reúne a exmilitares y expolicías, cosechó el repudio de funcionarios, legisladores y dirigentes de derechos humanos, quienes denunciaron el intento de la agrupación de «desestabilizar, conspirar y desgastar» al Gobierno nacional.

Para el ex efe del Estado Mayor General del Ejército, «los proyectos políticos neoliberales en Argentina piensan en que las Fuerzas Armadas y el Estado reducidos a su mínima expresión». Durante el macrismo «les palmeaban la espalda, pero les quitaban recursos, y hay muchos sectores de que ideológicamente miran con cierta simpatía a los sectores liberales y conservadores de derecha, pero otros pensamos distinto».

Tuvimos una línea colonial y extranjerizante que se alineó primero con Inglaterra y luego con los Estados Unidos

Consultado sobre él porque conviven dentro de las Fuerzas Armadas, líneas antagónicas, respondió que ese capítulo merece un análisis «sociológico», y planteo que desde la batalla de Pavón se configuró una «linea nacional y otra extranjerizante», el sector liberal se alineó primero «con Inglaterra y luego con Estados Unidos». Lo prueba la intención de «la ineficiente e inútil ex ministra Bullrich, que tuvo la intención de vincular a sectores de inteligencia de los Estados Unidos, introduciéndolos para que tengan relaciones casi carnales con las fueras de seguridad».

En relación al posicionamiento, de Argentina en el marco de la pospandemia, Milani, señaló que «el mundo va en otro sentido al conocido, hay países que se cierran económicamente, y políticamente tratan de conformar alianzas que los ayuden a salir de esta situación. Va en contraposición a los que pregonaba el neoliberalismo extremo». «Las Fuerzas Armadas deben apoyar proyectos nacionales identificadas con su pueblo, porque la pospandemia será dura».

Por otra parte, destacó que la región «está cambiando el rumbo» por oposición al liberalismo y se retoma el camino «nacional y latinoamericano», que no se condice con la política de los «Estados Unidos y del Comando Sur», y llamo a recordar que detrás de los que ponen palos en la rueda «a este proyecto, siempre está la Embajada de Estados Unidos y la inteligencia, que ahora trabajan con otras herramientas».

En la misma línea, Milani, expresó que «Argentina no puede ser el vagón de cola de los Estados Unidos», y dejó la puerta abierta para que Argentina pueda establecer un marco de alianzas que «le permita desarrollar sus intereses».

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