Crece el temor por una posible privatización de Aerolíneas Argentinas. El presidente del organismo, Fabián Lombardo, envió un comunicado a los trabajadores en donde les advirtió que “la empresa no logró resolver sus problemas estructurales y sostiene un déficit operativo profundo”, por lo que se ve ante la necesidad de “tomar decisiones difíciles”.

Cabe destacar que en la nueva “Ley Bases”, cuyo borrador el gobierno de Javier Milei ya hizo llegar a algunos diputados nacionales, se apunta a la venta de dieciocho empresas del Estado, entre ellas Aerolíneas Argentinas.

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En el comunicado dirigido a los trabajadores, Lombardo remarcó que son momentos en los que se deben rendir cuentas sobre la eficiencia y la productividad de la empresa. En este sentido, adujo que, hasta el momento, no se pudieron resolver los problemas estructurales que Aerolíneas acarrea desde hace más de 10 años, los cuales implicaron un “déficit operativo muy importante”.

“En un contexto en el que muchos argentinos están haciendo un gran esfuerzo por salir adelante, cada centavo que se aporta desde el Estado para que Aerolíneas subsista tiene que ser y va a ser cuestionado. Esto nos obligará a todos, y a mí en particular, a tomar decisiones difíciles. Puede que no estén de acuerdo en muchas de ellas, pero quiero asegurarles que las voy a tomar con el peso de la responsabilidad que cada una implique”, sostuvo Lombardo.

No obstante, en el documento no dio detalles de cuáles son las medidas difíciles que se tomarían. Por lo pronto, Aerolíneas decidió dar de baja algunas rutas internacionales y de cabotaje, reducir su personal mediante una oferta de retiro voluntario y reorganizar estructuras internas para hacerlas más ajustadas al presupuesto.

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“Gracias a las determinaciones que hoy ya estamos tomando, estimamos que en 2024 vamos a reducir a la mitad el déficit operativo. Si lo logramos, será el mejor resultado de los últimos siete años”, agregó Lombardo.

El directivo señaló: “Es indudable que Aerolíneas hace un gran aporte al desarrollo económico y a la conectividad de nuestro territorio. Sin embargo, sería un error creer que esto es argumento suficiente para pretender que la compañía no rinda cuentas sobre su eficiencia y productividad. La realidad inobjetable es que la empresa no logró resolver sus problemas estructurales y sostiene, desde hace más de una década, un déficit operativo profundo”.

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“Nos estamos preparando para una temporada alta récord, con una oferta de asientos histórica, priorizando las rutas que más beneficio económico nos traen”, remarcó más adelante.

“Estamos compitiendo con compañías de primer nivel, y lo estamos haciendo muy bien. La apertura de cielos no nos preocupa, por el contrario, es un incentivo que nos impulsa a seguir mejorando”, puntualizó.