Hace 75 años se creó en la provincia de Santa Fe el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF): una institución de gestión pública que produce medicamentos, los cuales son distribuidos en 850 efectores de la provincia, garantizando que la ciudadanía tenga acceso de forma gratuita a ellos. Con esta apuesta a la soberanía sanitaria, la institución se abrió camino en el sistema de salud nacional y, recientemente, derribó fronteras para tener alcance latinoamericano.

En diálogo con Conclusión, la ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, apuntó: “Los medicamentos hoy por hoy tienen un costo muy elevado para el bolsillo de cualquier trabajador, por eso tener un laboratorio público, que viene escalando la fabricación, agregando productos, mejorando y creando nuevas plantas, es importantísimo”.

Además de garantizar medicamentos para la primera línea de atención en efectores públicos santafesinos, el LIF también provee de insumos a la Administración Nacional de Alimentos y Tecnologías Médicas (ANMAT) y forma parte del programa REMEDIAR, al que aporta antibióticos, antihipertensivos y diuréticos.

Pero en los últimos días el LIF –que tiene sede en French al 4950 de la ciudad de Santa Fe– volvió a ser noticia, debido a que proveerá de analgésicos Metadona y Morfina al Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

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Al respecto, Martorano celebró: “En un reconocimiento a la calidad, trazabilidad y producción del LIF, hemos firmado un convenio que nos convierte en proveedores del Fondo Estratégico de la OPS, que ahora puede comprar medicamentos para entregar a los países miembros, pero también los países miembros pueden adquirir estos productos. Se abre así un mercado internacional para el LIF”.

El LIF en números

El Laboratorio, fundado en 1929, cuenta actualmente con 140 empleados y produce 45 medicamentos, que son distribuidos en 850 efectores públicos de la provincia. A nivel nacional, y gracias a su participación en el programa REMEDIAR, también llega a 8.100 centros de salud de todo el país.

En cuanto a la producción anual del LIF, Martorano detalló que durante el 2022 el organismo produjo 129 millones de comprimidos, al tiempo que anticipó que este año la cifra “será superada”.

La producción del LIF se enmarca en regulaciones nacionales, establecidas por la ANMAT, y provinciales, de forma que hay algunos medicamentos que pueden utilizarse en todo el país, y otros –como el aceite de cannabis medicinal– que solo tienen autorización para circular dentro de Santa Fe.

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“Además de superar la producción, también la nacionalizamos. En estos momentos el LIF es proveedor del Ministerio de Salud de la Nación para el plan REMEDIAR”, celebró la ministra, mientras que indicó que este programa se nutre de antibióticos, antihipertensivos y diuréticos –todos medicamentos de primera línea de atención– producidos en la provincia de Santa Fe.

Uno por uno, los medicamentos que produce el LIF.

Además, el Laboratorio Industrial Farmacéutico tiene convenio para proveer de medicamentos a la Ciudad Autónoma y a la provincia de Buenos Aires.

Al igual que Santa Fe, otras provincias como San Luis y Buenos Aires también tienen laboratorios públicos en donde se producen medicamentos, pero, según Martorano, la institución santafesina fabrica más insumos y en mayor magnitud.

Ampliar y diversificar la producción: la tarea que viene

De momento, el LIF sólo trabaja con medicamentos comprimidos, por lo que el objetivo de las autoridades santafesinas es que también se incorporen a la producción los líquidos –como jarabes o inyectables– y los betalactámicos, que son un tipo de antibióticos.

“Estamos trabajando en una nueva planta para incorporar los medicamentos betalactámicos y en una nueva planta para líquidos, cuando completemos con inyectables ya tenemos toda la gama. Con la elaboración de jarabes podemos incorporar la línea pediátrica”, dijo Martorano.

Y agregó: “Tener nuestro laboratorio de producción pública, provincial, con el crecimiento que le hemos dado en estos años, nos da soberanía en medicamentos y soberanía sanitaria. El tema de internacionalizarlo nos sirve, el LIF se autoabastece, puede ser sustentable, rentable y esto demuestra que el Estado puede trabajar bien y ser eficiente”.

Soberanía sanitaria

La ministra de Salud indicó que tener producción local de medicamentos le implica un ahorro a la provincia, pero principalmente le representa no depender de terceros a la hora de lidiar con cambios de precios o concretar entregas o licitaciones.

“Te da soberanía sanitaria porque tenés asegurada la primera línea, que son comprimidos. Por eso queremos seguir evolucionando hacia los betalactámicos y los líquidos. Es importante el no depender”, destacó Martorano.

Sonia Martorano, ministra de Salud de Santa Fe.

Con la producción del LIF, los centros de salud santafesinos están autoabastecidos de medicamentos destinados a la primera línea de atención. Si bien hay algunos que aún deben comprarse a la parte privada –como por ejemplo las hormonas de tiroides o los medicamentos oncológicos– gracias a la elaboración pública de insumos las demandas están cubiertas y no se registran faltantes de productos primarios.

“En momentos complejos donde se discute el rol del Estado, es importante garantizar derechos, como el derecho a la salud, que está en la Constitución y tiene que ver con el acceso al medicamento”, cerró Martorano.