La diputada nacional por la Coalición Cívica Elisa Carrió cuestionó hoy al Papa Francisco por enviarle un rosario bendecido a la líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, quien se encuentra detenida en Jujuy, y advirtió que «es peligroso alimentar la violencia sobre todo desde el plano espiritual».

En una publicación en las redes sociales, Carrió mostró su descontento con la actitud de Jorge Bergoglio e hizo un llamado «desesperado a la no violencia» y a «defender al presidente» Mauricio Macri.

A la vez, la líder de la Coalición Cívica dejó en claro su enojo con el Santo Padre y expresó: «A Roma no voy».

«Este es un llamado desesperado a la no violencia. Es sumamente peligroso alimentar la violencia sobre todo desde el plano espiritual», enfatizó la legisladora nacional, al criticar el gesto que tuvo el Papa Francisco con la dirigente social detenida.

Según subrayó Carrió, «hay que defender al Presidente de la Nación, que busca la pacificación y que fue electo por vía democrática, es preciso no generar confusión».

«Espero en los Obispos de Argentina ya no en el Papa. A Roma no voy. Un beso. Lilita», finalizó Carrió en un breve mensaje en su cuenta de Facebook, en la misma jornada en que agrupaciones sociales llevaron a cabo una serie de protestas con cortes de calles para reclamar la liberación de la líder de la Tupac Amaru.

La diputada de la Coalición Cívica y aliada de Macri dentro del frente Cambiemos se expresó de esta forma luego de que días atrás el Papa Francisco le enviara un rosario bendecido a Milagro Sala y dejara trascender su preocupación por la detención de la dirigente kirchnerista ordenada por la justicia.

Además, las declaraciones de Carrió se producen a poco de que el jefe de Estado realice su primera visita oficial al Vaticano el próximo 27 de febrero, acompañado por miembros de su Gabinete y por los gobernadores peronistas Juan Manuel Urtubey y Roxana Bertone y el radical Alfrejo Cornejo.