Al compás de los vaivenes que se viven en una casa política como el Congreso de la Nación, se suceden a menudo cosas posibles y probables, de hecho ya es vox populi que los dos bloque opositores más numerosos de la Cámara baja acordaron llegar a debatir en comisiones un dictamen único consensuado entre ellos y otras fuerzas menores, en relación al proyecto que impulsa una nueva ley de alquileres, que cuestiona la actual aunque nunca se pudo aplicar por la cantidad anormalidades que se vieron en la pandemia.

Esta realidad, además, conspira contra los objetivos que se propuso la administración Fernández en el campo legislativo, y amenaza un nuevo quiebre de agenda de cara a lo que se tratará en el recinto en relación a la ley de alquileres.

Todo surgió cuando a fines de mayo los interbloques de Juntos por el Cambio y Consenso Federal pidieron al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que se debata en el «menor tiempo posible» en un plenario de comisiones la reforma de la Ley de Alquileres para que pueda emitirse un dictamen unificado para ser tratado en el recinto de sesiones.

Por su lado, el Frente de Todos en el marco de la última discusión que se llevo adelante en comisiones avanzó con un dictamen que modifica la Ley de Alquileres pero no altera los dos puntos más cuestionados por la oposición: la duración de tres años del contrato para inmuebles residenciales y la actualización de los montos que se había fijada en una sola durante un año.

Dicho ajuste -consignado en la norma que se trata de modificar, utilizaba un promedio del índice de precios al consumidor (IPC) y la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), que debe ser elaborado y publicado mensualmente por el Banco Central.

El acuerdo incluye volver al plazo de dos años, las actualizaciones semestrales sin techo y la inclusión de los incentivos fiscales

La avanzada oficial, que tuvo efectividad durante el tratamiento en comisión está amenazada de fracasar porque el oficialismo no cuenta con los votos necesarios para salir airoso del recinto.

Alejandro «Topo» Rodriguez – jefe del Interbloque Federal

En esa ocasión el Frente de Todos -que logró el despacho de mayoría con 16 firmas- propuso mantener los aspectos esenciales de la ley vigente, que son los contratos con plazos de tres años, una actualización anual y un ajuste basado en un promedio de la inflación y los salarios.

Además, impulsó que los monotributistas propietarios no deban pasar al régimen general cuando superen las tres unidades ejecutoras si alguna de ellas está destinada a alquiler y que no paguen bienes personales si son destinadas a alquiler con un tope de 30 millones de pesos.

También establece un sistema de incentivos para la construcción de viviendas destinadas al alquiler, entre otras cuestiones.

Por su parte, Juntos por el Cambio impulsó un dictamen donde propone en su despacho reducir los plazos de los contratos de tres a dos años y un esquema de actualización semestral, que puede ser pactado entre las partes.

Solo resta esperar una nueva convocatoria del oficialismo a comisiones de Presupuesto y Legislación General para sacar el nuevo dictamen,