Conclusión Buenos Aires

En una sesión especial, el Senado de la Nación convirtió en ley el Presupuesto 2023 que tiene como puntos centrales la previsión de un gasto global de casi $29 billones, un déficit fiscal de 1,9%, una pauta inflacionaria de 60% y que destina 70% de sus recursos a rubros sociales.

La discusión llevó poco más de una hora y media y el proyecto, que a principios de noviembre había sido aprobado por Diputados, fue convertido en ley por unanimidad por los 37 senadores reunidos en el recinto.

La iniciativa obtuvo el respaldo del interbloque del Frente de Todos y sus aliados del Frente Renovador de la Concordia de Misiones, de Juntos Somos Río Negro y de Hay Futuro Argentina.

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La oposición de Juntos por el Cambio había anticipado su decisión de no participar de la sesión, luego de que el oficialismo resolviera mantener la decisión de designar a tres representantes por el Frente de Todos y a uno por la oposición para el Consejo de la Magistratura, en lo que consideraron un desafío al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Tampoco estuvo presente la representante de Córdoba Federal, Alejandra María Vigo, quien no pertenece a ninguno de los bloques mayoritarios.

Ante la ausencia de los integrantes de la oposición, el interbloque del Frente de Todos resolvió acortar la lista de oradores de 18 a sólo cuatro, para aprobar el tema en el menor tiempo posible.

De hecho, el Presupuesto se debatió al mismo tiempo que la prórroga por cinco años de la vigencia de los impuestos a las Ganancias, a los Bienes Personales, a los Débitos y Créditos Bancarios, conocido como Ley del Cheque; del Monotributo, el Capital de la Cooperativa y el adicional de Cigarrillo, que vencen a fines de 2022, que en conjunto explican 32% de la recaudación impositiva.

El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el riojano Ricardo Guerra, describió al Presupuesto 2023 como «realista», y dijo que «financia los servicios esenciales, así como las políticas de plan del gobierno, pero en un marco de restricciones dadas por un contexto mundial muy influenciado por una guerra que tiene impacto global muy importante».

«No hay que olvidar que el país tuvo que normalizar y encauzar una deuda muy elevada que dejó el gobierno anterior y nos introdujo nuevamente en el FMI, y luego una crisis sanitaria global muy costosa y dolorosa», señaló.

A grandes rasgos, el proyecto presentado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y que sufrió algunas modificaciones en la Cámara de Diputados, prevé un gasto total de $29 billones, mientras que los recursos alcanzarían más de 22 billones y medio.

De hecho, el proyecto pretende reducir el déficit de 2,5 a 1,9%, por un monto de más de $6,4 billones.

La pauta inflacionaria está estimada en 60% anual y se incorporó un artículo que obliga al Gobierno a mandar una corrección del Presupuesto si la recaudación o la inflación supera la meta prevista en 10% al 31 de agosto próximo.

Además, se habilitó al jefe de Gabinete a readecuar partidas para que los gastos educativos no puedan ser menores a 1,33% del Producto Bruto Interno (PBI). Por otro lado, se incorporó el blanqueo de capitales sólo destinado a compras de viviendas usadas.

A su turno, Juliana Di Tullio recordó que «venimos de un año en que la oposición nos dejó sin presupuesto nacional», al cuestionar la ausencia de la oposición en el debate. Así aludió a la maniobra en la que Juntos por el Cambio, «dejó sin Presupuesto a los argentinos», argumentando que no existía «una hoja de ruta o plan del gobierno».

Consultada por Conclusión si la oposición intentó deslegitimar lo que se votó en la sesión al dejar solo al bloque del Frente de Todos en el recinto, respondió: «No, no se deslegitima nada, solo no quisieron dar la discusión , ni pelearse con la intromisión del Poder Judicial en el Poder Legislativo». Además, desestimó la afirmación de Juntos por el Cambio de que el Presupuesto carecía de credibilidad.

«Aunque haría muchas modificaciones, siento orgullo por este presupuesto y entiendo que, después del desastre que nos dejó el macrismo y la pandemia, lo que estamos haciendo es titánico», expresó Juliana di Tullio durante la defensa del oficialismo al proyecto de Presupuesto 2023.

Cuando se le preguntó si el Presupuesto votado era de ajuste, dijo que «el de Mauricio Macri es de ajuste», es de «resignación presupuestaria, no de ajuste, y la inversión que se viene realizando en educación y salud».

También indicó que la inflación que tenemos «es política, si una de las empresas alimenticias más grande que tiene el pais tuvo una rentabilidad de 39 mil millones de pesos y el banco más grande de la República Argentina tuvo ganancias por de 40 mil millones de pesos, como puede ser que ambos ganen lo mismo».

La senadora dijo que le dio vergüenza que los legisladores de Juntos por el Cambio se hayan ausentado de la sesión especial donde además de la designación de consejeros se trató el Presupuesto 2023.

Además, se expidió sobre el máximo tribunal de Justicia de la Nación al referir, que con el fallo del Consejo de la Magistratura: «Violaron la Constitución».

«La oposición debe estar en los set de televisión para que los defiendan los medios. No quieren representación de la política, quieren representación del poder para definir quienes serán los jueces», señaló.

«Este fallo que estamos reparando hoy es un fallo político que merece una respuesta política. Es un capítulo más del presidente de la Corte que es el mismo que preside el Consejo de la Magistratura, que se autovotó presidente de la Corte y que fue nombrado en la Corte, junto a otro juez, por un por decreto en el gobierno de Macri violando la Constitución Nacional», expresó Di Tullio en referencia al juez Horacio Rosatti.