El gobernador santafesino Omar Perotti anunció este viernes una prolongación por sietes días de las medidas restrictivas en el sur provincial, ante la continuidad del crecimiento de contagios de coronavirus, con principal foco en el Departamento (y la ciudad) de Rosario. La medida también abarca los departamentos de Belgrano, Caseros, Constitución y General López. En las localidades de Santa Fe y Santo Tomé (departamento La Capital), desde hace algunos días rigen medidas similares. 

Esas restricciones abarcan esencialmente las mismas que durante las dos últimas semanas. ¿Qué no se puede hacer? Actividad comercial en shopping y galerías, apertura de locales gastronómicos, comercios mayoristas y minoristas no esenciales que superan 100 metros, profesiones liberales, personal doméstico, actividades religiosas en todos los cultos que superen la ceremonia de 10 personas; obras privadas de más de 5 personas, actividades administrativas en sindicatos y gremios empresariales, también actividad física y recreativa al aire libre, entre otras.

Por otra parte, con cuidado, protocolo correspondiente y turnos previos, podrán funcionar peluquerías y salas de estética. Habrá también actividad notarial y servicio de cuidado de adultos mayores, prácticas deportivas de atletas olímpicos y todo aquel comercio de proximidad o cercanía de rubros esenciales o no esenciales, en el barrio, dentro de los 500 metros del domicilio. Caminatas y esparcimiento con uso obligatorio de barbijo y protector de nariz boca y mentón, y dentro de los 500 metros cercanos al domicilio, sin extenderse más allá de las 19.30 horas.

Los detalles en el siguiente documento: 

Hace exactamente 14 días, el mandatario había hablado junto al intendente rosarino Pablo Javkin para pedir un esfuerzo los habitantes del sur de la provincia por la inminencia del colapso sanitario, algo por lo que urgía hacer bajar la tasa de infección. Eso no sucedió (con un cumplimiento al menos relativo de las disposiciones).

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Las cifras epidemiológicas no solo no han mejorado sino que han empeorado, con récord de contagios casi diarios y un paso más cerca de la saturación del sistema de salud, en especial el público.

«Un dato clave que preocupa y queremos compartir, es la ocupación de camas críticas de terapia intensiva: hay un 51% en provincia de ocupación, 86% efectores provinciales en Rosario, 96% en municipales», reveló el mandatario. 

Respecto a la disponibilidad en la ciudad más poblada de la provincia, agregó un dato por demás alarmante: «En el sector público, nos quedan 19 camas críticas y 28 generales. En el sector privado, un nivel algo superior: 58 de terapia intensiva y 349 generales en la totalidad de los efectores privados de la ciudad. Es decir sumados ambos sectores, hay 77 disponibles camas críticas en Rosario».

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«En estos 14 días, con el esfuerzo que uno quiere agradecer profundamente a la población, donde mayoritariamente se ha dado un acompañamiento importante, ha permitido crecer en camas críticas, para llegar a 70 nuevas y acercarnos a las mil en Santa Fe», dijo Perotti.

Además, el rafaelino resaltó que «se ha dado una readecuación de trabajo que ha permitido dar un salto importante en la cantidad de testeos, duplicando en estos días la capacidad de testeos diarios, acercándonos a los 6 mil». «En los próximos días vamos a tener la posibilidad de contar con test más rápidos autorizados por Anmat, que la provincia va a estar disponiendo», sostuvo. 

La decisión se tomó luego de la recomendación de epidemiólogos, infectólogos y otros integrantes del comité de emergencia que lo asesora en estos meses de pandemia, tomó la decisión, a pesar de los insistentes reclamos de aquellos rubros comerciales imposibilitados de realizar su actividad de forma normal, en medio de una severa crisis económica.

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En Rosario ya se registran casos de pacientes con síntomas severos a los que se les pide trasladarse a su casa para atender casos más graves. El gobernador estuvo acompañado de intendentes y senadores de los departamentos comprendidos en el decreto que se rubricará.

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Se trata de una medida que es claramente impopular, por lo que un anuncio junto a legisladores y autoridades municipales buscó darle un sustento político que también permita garantizar que las restricciones y protocolos (para las pocas actividades permitidas) se cumplan en forma efectiva, algo que lejos estuvo de verificarse en estas dos semanas.