El senador nacional Roberto Basualdo presentó un proyecto de ley para que el uso de barbijos no médicos o mascarillas sea obligatorio, en el marco de la emergencia sanitaria Covid-19.

Asimismo, sugiere para la población denominada de riesgo, el uso de protectores faciales plásticos que cubren ojos, nariz y boca. “La salud y la vida de los argentinos debe ser la prioridad número uno del país. En este sentido, celebro los resultados de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional para hacer frente a esta pandemia. En una primera etapa de la enfermedad logramos aplanar la curva de contagios mejor que países del primer mundo, por haber decretado el aislamiento antes que ellos. Ganamos tiempo, pero esto no va a ser suficiente. Necesitamos reforzar las medidas de prevención para cuidar a toda población”, expresó Basualdo.

La iniciativa se fundamenta en el trabajo del doctor Martín Lombardero, destacado médico cardiólogo y especialista en Imagen Cardíaca desde hace muchos años de los Sanatorios de la Trinidad, quien elaboró Cuidarnos en Movimiento (www.cuidarnosenmovimiento.com), un proyecto que cuenta con el respaldo de cientos de médicos de todo el país y que expone una salida de la cuarentena cumpliendo con tres aspectos: cuidar la salud de la población, no agotar los insumos sanitarios de protección (como los barbijos médicos) y retomar con protección las actividades económicas.

La idea es que las personas cuenten con protección facial que permita bloquear el contagio conocido como GOTA, aquel que genera la transmisión de COVID 19 por la recepción de pequeñas salpicaduras de gotas infectadas por alguien que tose, estornuda o habla cerca e ingresan por la boca, la nariz y los ojos.

“Además, debemos pensar cómo va a ser el día después de la cuarentena. Es fundamental que todos salgamos con protección facial, especialmente al trabajar frente al público, en oficinas cerradas, en espacios públicos, en el transporte público, para trabajar en seguridad, controles policiales y en diferentes alternativas de la vida diaria, con el objetivo de disminuir la circulación del virus COVID-19 en la comunidad”, se detalla en el proyecto de Ley.

La idea, a su vez, es desincentivar el uso de barbijos médicos (dada su escasez en el mercado) e incentivar el uso de barbijos caseros y protectores en la vida diaria, apelando a la creatividad de la comunidad y de las empresas. Sin duda, en Argentina, contamos con un sector industrial capaz de responder a las necesidades de producción de estos elementos básicos para la comunidad.

Senador Roberto Basualdo

“Es sabido que existen portadores asintomáticos del coronavirus en la comunidad, así también existen formas leves que pasan desapercibidas por su escasa manifestación clínica. Ambos grupos pueden transmitir la enfermedad, y aún peor: aquellas personas asintomáticas se cuidan menos. Esta puede ser una de las razones que explicaría la alta tasa mundial de contagios. Al no saber quién es el asintomático portador del virus hay que tratar a toda la población como posible portador del COVID19”, se explica en el proyecto.

“No hay tiempo para demostraciones técnicas y científicas, no podremos en el corto plazo saber en qué porcentaje disminuiría la carga viral en la comunidad, pero usando el sentido común va a ser mucho mejor que llevar la cara descubierta”, explica Lombardero al plantear el primer día post cuarentena y la reactivación de las actividades comerciales y sociales como un camino para volver lentamente a la normalidad.

“En momentos difíciles como los que estamos atravesando, es necesario cuidar la salud y la vida de todos, y también comenzar a reactivar nuestra economía”, concluyó Basualdo.