Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

El especialista en temas provisionales, Christian D´Alessandro, sostuvo que la situación de los jubilados «es compleja», sin embargo, consideró que hay que mirarla en el contexto de la pandemia, ya que no se puede abordar con un criterio en particular. Antes de la asunción de Alberto Fernández, Macri destruyó los fondos de la Anses, y desguazó al Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que es el artífice del pago de jubilaciones y prestaciones de la seguridad social.

D´Alesandro dijo que suspender la movilidad jubilatoria sin proponer una nueva fórmula fue un error.

El abogado expresó que la movilidad «esta suspendida desde diciembre, que era la que se iba a aplicar por el término de seis meses, y que comprende los aumentos de marzo y los de junio».

En la misma línea explicó que «el presidente firmó un decreto en el cual los jubilados perdieron ingresos en relación a la fórmula suspendida que aprobó en diciembre de 2018, en el Congreso el gobierno de Macri. Es decir, lo que ya estaba devengado los jubilados lo perdieron, porque lo que se calculaba era un rezago de seis meses».

«Lamentablemente es así, ahora bien, hay que poner las cosas en contexto, hoy tenemos dos situaciones muy complicadas, en los primeros días de diciembre, Macri destruyó los fondos de la Anses, desguazó al Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que es el artífice del pago de jubilaciones y prestaciones de la seguridad social. El setenta por ciento de ese fondo es papel pintado, no quedó plata, sino papeles que son imposibles de capitalizar», manifestó D ´Alessandro.

No obstante, el especialista acotó que «esto no invalida que entre marzo y junio, los jubilaos tuvieran que cobrar respecto de la fórmula que ya venían cobrando tomando en cuenta la inflación los haberes hubieran sido mejores, pero eso significó que la sociedad en su conjunto perdió».

Según D´Alessandro, «de la única forma que ganaban los jubilados era si había una inflación galopante», pero «esto no quita que los jubilados debían cobrarlo, pero el advenimiento de la pandemia, generó que haya una cantidad de recursos del Estado que debe ser destinado a otros sectores que también lo necesitan. Pago familiar de emergencia (IFE), nueve millones de nuevos beneficiarios por esa hecatombe sanitaria, el pago de los ATR es decir los sueldos de muchos trabajadores no pueden pagarlos. Los fondos son finitos y las necesidades son grandes». 

«El Estado no puede sacar de todos lados si dejaron papeles pintados en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que también se achico por el desempleo, compra de títulos de deuda y créditos a empresas de los amigos del poder», sentenció el previsionalista.