Tras dos largas jornadas de debate, la Cámara de Diputados continuará este viernes, desde las 10, con el tratamiento de la ley ómnibus, tras pasar a un cuarto intermedio durante la noche del jueves. El debate de esta jornada se centrará en los cambios incorporados en el capítulo de privatizaciones, mientras el oficialismo se ilusiona con conseguir la anhelada media sanción.

El nuevo cuarto intermedio fue pedido el jueves por el presidente del bloque de diputados nacionales de La Libertad Avanza, Oscar Zago, ante la imposibilidad de lograr la sanción en general esta madrugada, ya que todavía seguía abierta la negociación con los gobernadores y los bloques dialoguistas.

La idea inicial era sesionar hasta la madrugada, votar en general y luego pasar a un cuarto intermedio para continuar el viernes con la discusión en particular, es decir, artículo por artículo.

Sin embargo, nuevos puntos se pusieron sobre la mesa de negociación, como la posibilidad de que tomar deuda no pase por el Congreso, algo que a última hora del jueves volvió a perturbar el diálogo entre los bloques.

En medio de una extensísima lista de oradores y con el dictamen todavía abierto, el oficialismo decidió cortar y continuar este viernes.

En la sesión especial se contabilizó un total de veinticuatro horas de debate, entre los dos días desde que empezó el tratamiento, y faltan aún unos 17 oradores para hacer uso de la palabra, previo a la votación en general.

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El oficialismo se mantiene optimista sobre la sanción en general en Diputados, aunque todavía restaban acordar los últimos detalles del dictamen con los bloques dialoguistas.

La oposición se quejó en varias oportunidades a lo largo del día sobre que todavía el dictamen no estaba terminado y se estaba discutiendo sobre un texto que seguía cambiando. Además, reclamaron ver el texto final de la Ley de Bases, pilar de las políticas que busca implementar el presidente Javier Milei.

Poroteo y rosca, a la orden del día

Hasta la noche de este jueves, el Gobierno contaba con el apoyo de unos 143 diputados para aprobar en general el dictamen de mayoría con el aporte de 38 diputados de La Libertad Avanza, 34 de la Unión Cívica Radical (UCR), 18 de Hacemos Coalición Federal, 37 del Pro, 9 de Innovación, 2 de Producción y Trabajo, 2 Buenos Aires Libre, 1 de Creo, 1 Avanza Libertad, y 1 Unidad Mendocina.

A lo largo de la jornada también se sucedieron reuniones entre diputados oficialistas y opositores dialoguistas para superar las diferencias sobre seguridad, facultades delegadas y privatizaciones, y a la noche La Libertad Avanza envió un nuevo borrador de modificaciones donde se tomaron algunas sugerencias de los bloques de la UCR y Hacemos.

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En ese sentido, el oficialismo propuso a los bloques dialoguistas eliminar de la lista de privatizaciones nueve empresas estatales que el Gobierno había pedido autorización para su venta en el proyecto de ley Bases y estableció nuevos requisitos con la participación del Congreso para las licitaciones de esas firmas públicas.

Las empresas que no se privatizarán son el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Dioxitek S.A; Fabrica Argentina de Aviones, Fabricaciones Militares, Radio de la Universidad del Litoral, Servicio de Radio y TV de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación, Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio.

En ese borrador que contienen los cambios, el Gobierno mantiene la privatización parcial de Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina y ARSAT, y otras 27 empresas entre las que figuran Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, los medios públicos (Télam y RTA), Belgrano Cargas, Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E. y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario SAPEM, entre otras.

La represión, moneda corriente en Milei

En las inmediaciones del Congreso, con una nueva protesta en rechazo de la norma, se volvieron a vivir escenas de máxima tensión y enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas federales de seguridad. Efectivos policiales lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma contra los manifestantes, incluso los que estaban sobre la vereda y la Plaza del Congreso.

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Antes de las 21, diputados del Frente de Izquierda y de Unión por la Patria salieron a las calles para intentar mediar y frenar la represión, que ya llevaba más de dos horas. También reclamaron, sin éxito, que la sesión se frenara.

En cada uno de los discursos de Unión por la Patria, los legisladores hacían referencia a los incidentes en las inmediaciones del Parlamento, e incluso respaldaron un pedido de la diputada de izquierda Romina Del Plá de hacer un cuarto intermedio “por la represión”. No obstante, la solicitud fue rechazada por La Libertad Avanza, el Pro, UCR, Hacemos Coalición Federal, e Innovación.

En ese contexto y en un clima de fuerte tensión, el presidente del bloque de diputados de Unión por la Patria, Germán Martínez, presentó una moción para establecer un cuarto intermedio por la “terrible represión que se vive en la calle”, que fue rechazado por los bloques dialoguistas e incluso el presidente de Hacemos, Miguel Pichetto, señaló que “no se puede interrumpir la labor de un poder del Estado”.

También respaldó la propuesta de su bloque Máximo Kirchner, a través de una cuestión de privilegio, en la que planteó: “Vamos a ver qué sucede afuera, es solamente para que haya la menor cantidad de argentinos y argentinas lastimados, trabajen en una fuerza de seguridad o no”.

Sesión del 31 de enero:

Sesión del 1 de febrero (parte 1):

Sesión del 1 de febrero (parte 2):