La subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español, advirtió hoy que “la apertura del comercio exterior que proponen algunos economistas del equipo de Mauricio Macri pondría en riesgo la subsistencia de sectores muy sensibles a las importaciones, que emplean a más de 980 mil trabajadores industriales”.

La funcionaria resaltó, que “se han cuidado aquellos sectores sensibles a las importaciones, cuyas empresas representan en numerosas ocasiones la principal fuente de empleo local en diversos puntos del país”.

Como ejemplos, detalló que “en Misiones y La Rioja los dos principales empleadores privados provinciales pertenecen al rubro del calzado”, mientras que “en provincias como Santiago del Estero, Corrientes, Chaco, Catamarca o Tucumán, el sector textil representa gran parte del empleo federal, con salarios mínimos hasta diez veces más altos que los de sus competidores de Asia”.

Fabrica de zapatos

Fabrica de zapatos

“En San Luis y Córdoba -continuó Español- las dos plantas dedicadas a la producción de línea blanca (lavarropas, por ejemplo) reúnen más de tres mil empleados y son las principales empleadoras de sus ciudades; al igual que las dos plantas de producción de cosechadoras y tractores en Córdoba y Santa Fe, que emplean a más de dos mil trabajadores”.

Defendió, en cambio, “una administración del comercio que priorice la industria y el trabajo nacional por sobre las importaciones y, de ser necesario, en situaciones de escasez de divisas, utilice dichos recursos escasos para fines productivos (insumos y maquinarias)”.

La subsecretaria justificó el esquema actual de “sustitución selectiva de importaciones», en el marco de «una estrategia orientada a maximizar el uso de la capacidad instalada, recomponer los encadenamientos productivos y diversificar la estructura productiva”.

“Esto permite generar empleo de calidad y fortalecer sectores con mayor valor agregado que muestren una mejor inserción en los mercados de exportación”, explicó Español.

En este sentido, detalló, se desarrollaron encadenamientos productivos entre el complejo agrario y la industria, en sectores como la maquinaria agrícola y los agroquímicos.

En el primer caso, puntualizó Español, la participación de cosechadoras y tractores nacionales se duplicó entre 2011 y 2015, lo cual permitió reducir el déficit comercial del sector en un 40%.

En el caso de los agroquímicos, “las políticas aplicadas permitieron reducir en 200 millones de dólares el déficit comercial en un mercado en expansión, lo cual impulsó inversiones por más de 1.500 millones de pesos, de empresas tanto locales como multinacionales para los próximos cuatro años”.

Esas políticas -señaló Español- «mejoran la inserción de numerosas compañías multinacionales que realizan cada vez más inversiones productivas, sustituyen importaciones, desarrollan proveedores locales y se posicionan como plataformas exportadoras”.

Así, en los últimos años se registraron “importantes inversiones para diversos sectores productivos como química de consumo (limpieza y cuidado personal; cuidado capilar y coloración); alimentos; agroquímicos; automotores (en particular, el segmento de utilitarios); e incluso textil e indumentaria”, concluyó la subsecretaria de Comercio Exterior.