Empresarios del sector agroindustrial y funcionarios del área de comercio exterior señalaron su preocupación con respecto al acceso de los productos alimentarios a los principales mercados globales, y en particular sobre las demandas que China pueda imponer en el futuro próximo.

«Una preocupación que tenemos es la aparición de nuevos requisitos que está tratando de imponer China, por ahora de manera privada», alertó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara la Industria Aceitera y Centro Exportador de Cereales (Ciara–CEC)

«Lo que viene ocurriendo en materia de exigencias sanitarias en el comercio, algo que seguramente se va a agudizar, es decisivo para nuestro futuro exportador», expresó a su vez Juan Usandivaras, presidente de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici), de la Cancillería.

Durante un encuentro virtual organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Idígoras consideró que «los pedidos de embarques ‘Covid free’ (libres del coronavirus) son absolutamente injustificados desde el punto de vista sanitario».

«Esto nos parece un principio precautorio, un ejercicio excesivo que puede generar inconvenientes y costos extra (como en el caso de las carnes, de testeo por embarque), que nos parecen inaplicables, y no están justificados por la ciencia», explicó el empresario.

Agregó que «esto generará nuevas barreras al comercio», por lo cual llamó a «tratar de trabajarlas de manera conjunta, desde un punto de vista regional».

Idígoras aclaró, no obstante, que, hasta el momento, se encontraron con ese requisito «diez días atrás y la causa fue el rebrote (de la pandemia) en Beijing», aunque indicó que, «por ahora, son los compradores los que piden garantías; no el Gobierno de China» porwur «no está escrita todavía ninguna regla».

También informó que se están manteniendo reuniones con las cámaras de exportadores de Estados Unidos y de Brasil para acordar la forma de proceder en estos casos.

«Expusimos por escrito que no es un requisito con justificación sanitaria; se trata de un caso ejemplar a los efectos de otros posibles requisitos en los próximos meses, que claramente son de cumplimiento imposible», indicó Idígoras.

Usandivaras recordó, a su vez, que las exportaciones agroalimentarias representan el 43% sobre el total exportado por el país, mientras «la pandemia precipitó el uso de tecnologías digitales y del comercio electrónico, y muchas adaptaciones se terminaron haciendo de urgencia, tanto de procesos documentales como operativos».

Pero además, sostuvo el funcionario, el virus agudizó la preocupación de la sociedad por la salud y la calidad e inocuidad de los alimentos.

«Hoy la presión de los Gobiernos y los consumidores nos obliga a acelerar los procesos de certificación de inocuidad y calidad agroalimentaria, y a favorecer nuestra respuesta a los requerimientos de los mercados internacionales», aconsejó el titular de la Aaici.

A su turno, Manuel Otero, director general del IICA, destacó: «Nosotros como continente, y sobre todo el Cono Sur, si queremos seguir manteniéndonos como principales abastecedores de alimentos al mundo, tendremos que asumir un rol activo en los foros internacionales, para defender la validez de nuestro modelo productivo»

En ese sentido, recomendó, habrá que «tratar de impedir que esas exigencias se transformen en una nueva generación de barreras no arancelarias».