La multinacional Bunge, dedicada al comercio de insumos y granos, anunció este martes la compra de Viterra por US$ 8.200 millones. La adquisición crea un nuevo gigante de los agronegocios a nivel mundial.

En Argentina, la nueva empresa se ubicaría como la principal exportadora de granos y subproductos, pero podría derivar en una desinversión en determinados activos para no ejercer monopolio.

Para Bunge, firma que cuenta con casi 23.000 empleados que trabajan en 300 instalaciones ubicadas en más de 40 países, esta fusión “creará una innovadora empresa global de agronegocios bien posicionada para satisfacer las demandas de mercados cada vez más complejos y servir mejor a los agricultores y clientes finales”.

Además, Bunge planea recomprar US$ 2.000 millones de acciones propias, enmarcadas en el “Plan de Recompra”. “Bunge tiene la intención de comenzar las recompras tan pronto como sea posible”, sostuvieron desde la empresa, y que “espera completar el Plan de Recompra a más tardar 18 meses después del cierre de la transacción”.

Así, los accionistas de Viterra, que cuenta con 17.500 empleados en 37 países, poseerían el 30% de la compañía combinada sobre una base totalmente diluida al cierre de la transacción, y aproximadamente el 33% después de completar el Plan de Recompra.

Ambas firmas cuentan con una operatoria significativa en Argentina.

Se espera que la fusión se cierre a mediados de 2024, ya que está sujeto al cumplimiento de las condiciones de cierre habituales, incluida la recepción de aprobaciones regulatorias y la aprobación de los accionistas de Bunge.

Según los términos del acuerdo, que fue aprobado por unanimidad por las juntas directivas de Bunge y Viterra, los accionistas de esta última empresa recibirían aproximadamente 65,6 millones de acciones de Bunge, con un valor total de aproximadamente 6.200 millones de dólares y cerca de 2.000 millones de dólares en efectivo, representando una combinación de consideración de aproximadamente 75% de acciones de Bunge y 25% en efectivo.

Según el comunicado, como parte de la transacción, Bunge asumirá $9.800 millones de deuda de Viterra, que está asociada con aproximadamente $9.000 millones de inventarios fácilmente negociables de alta liquidez.

¿Qué rol juega Vicentin?

La agroexportadora Vicentin –que se encuentra en proceso preventivo tras declararse en quiebra en 2020– violó disposiciones judiciales y, en el año 2022, vendió a la empresa Viterra Argentina el 33% de las acciones de Renova, por un monto de 310 millones de dólares.

En este sentido, el legislador santafesino del Frente Social y Popular, Carlos del Frade –quien integra la comisión de la Cámara de Diputados de Santa Fe que investiga el accionar de Vicentin– indicó: “Se acaba de concretar la fusión entre Viterra y Bunge, hecho que consuma la casi total extranjerización del comercio exterior de granos y asume como legal y bien hecha la transferencia de acciones que hizo aquel directorio de Vicentin de las acciones de Renova a favor de su viejo socio Glencore, hoy Viterra. Fiesta de la impunidad y extranjerización del comercio exterior argentino. Silencio del gobierno nacional, silencio del gobierno provincial y agujero profundo a la soberanía nacional y popular”.

En septiembre y diciembre de 2020, los jueces penales de Rosario, Nicolás Foppiani y Hernán Postma, dictaron en dos causas por presuntas estafas y por presentación de balances falsos “la prohibición de innovar sobre la composición de la masa accionaria y disposición respecto de las empresas sobre las que Vicentin SAIC tendría participación accionaria”.

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Sin embargo, en junio del 2022, el entonces presidente del directorio de la compañía, Omar Scarel, fue imputado por desobediencia de órdenes judiciales al avanzar en la venta de esas acciones.

Los fiscales de la Unidad de Delitos Complejos y Económicos, Sebastián Narvaja y Miguel Moreno, señalaron que este contrato de compra-venta fue celebrado por medio de una ‘Oferta de Compra’, suscrita por los representantes de Viterra Argentina SA, por medio de un documento fechado el 28 de abril de 2022, dirigido a Vicentin SAIC, denominado ‘Oferta de Compra de Acciones de Renova 001/2022’.

Según detalló Narvaja, Viterra realizó una oferta para quedarse con la totalidad del paquete accionario de Renova y Scarel, como presidente del directorio, dio su “acepción irrevocable de la oferta de compra”.

Vicentin y Viterra compartían una sociedad en partes iguales en la planta de molienda de soja Renova, pero 24 horas antes del default -el 2 de diciembre de 2019- la primera le vendió un 16,6%, en una operación que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) consideró “simulada”.