En apenas tres meses, 1,4 millón de personas cayeron en la pobreza en el país, a partir «de la devaluación y el ajuste de precios», alertó hoy el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) Agustín Salvia.

De acuerdo con un informe difundido por la UCA, entre diciembre de 2015 y abril de este año, 1,4 millón de personas cayeron bajo la línea de pobreza.

Es que a fines del año pasado, había 11,5 millones de pobres, y ahora hay 13 millones, según el documento presentado este viernes a la prensa. Además, 2,3 millones de personas viven en la indigencia en todo el país.

Las cifras de la UCA también se viven en Rosario

Al respecto, Conclusión dialogó con Viviana Wille Bille, directora del grupo de la Pastoral Social de Rosario, que aseguró que las cifras brindadas por la UCA son verídicas, y que hay que trabajar mucho para contrarrestar esta situación.

«El trabajo de la UCA es muy reconocido por su calidad científica, así que no podemos dudar de esa cifra. Frente a eso tenemos que decir que tenemos una realidad que empeora», afirmó la también ex candidata a concejal.

Con este panorama, Wille Bille aseguró que «hay que tener esperanza, trabajar, apoyar todas las medidas que sirvan para sobrellevar esta situación», aunque hay que «estar muy atentos y muy dispuestos a pensar alternativas y trabajos en función de acentuar el principio de solidaridad», y también «aquel gran principio de la doctrina social de la iglesia que es la común designación de los bienes», es decir, tratar de trabajar la economía y todas las variables de la vida social «para que todos estén en condiciones de poder realizarse como personas».

A la hora de tener que hacerle frente a esta situación, la Pastoral Rosario trabaja en conjunto con Caritas, y apunta a tener un rol de reflexión y diálogo junto a los actores políticos, económicos y sociales de cómo se enfrenta todo esto.

Por otro lado, la directora de la organización aseguró que para combatir la situación hay que tener en cuenta otro principio de la iglesia que es la participación. «Todos deben participar y colaborar desde el lugar que cada uno tiene, y siendo más conscientes y responsables de nuestro rol de ciudadano», aseguró, y recalcó que en estos momentos, además de la ayuda para los que la necesitan inmediatamente, «hay que ofrecer palabras y actitudes de responsabilidad para que todas estas situaciones se puedan ir superando».

«Hay que tomar conciencia de que esta realidad tiene que ser cambiada. No es justo ni es posible que haya cada vez más pobres. Hay que pensar la economía, como dice el Papa Francisco, de una manera que no nos ponga en esa situación de agotarnos el mundo con un consumismo exagerado por parte de algunos, sino propiciar a través de las estructuras económicas un consumo responsable y suficiente para todos», finalizó.