El terremoto cambiario que vive el país desde mayo tiene efecto en todos los frentes de la economía, algunos de los cuales todavía no se pueden dimensionar. También en las deudas tomadas en moneda extranjera por los estados provinciales, municipales y el estado nacional, en mayor medida. Desde 2016 hasta principios de 2018, cuando se cortó abruptamente el crédito, la emisión de títulos fue vertiginosa, con fuerte respaldo e incentivo del gobierno de la Nación.

En ese lapso, Santa Fe salió al mercado de capitales por primera vez en muchísimos años. La Legislatura autorizó al Ejecutivo la emisión de hasta u$s 500 millones en títulos. Sumadas líneas préstamos internacionales previas, hoy la provincia tiene el 95% de sus compromisos contraídos en moneda extranjera.

Dicho así asusta. No se alarme el lector santafesino, no es para nada grave.

Con un salto del tipo de cambio que pasó de $19,30 a casi 40, ahora se necesita destinar el doble de pesos para cancelar vencimientos.

Sin embargo, la deuda para Santa Fe no es ni será un problema a pesar de semejante variación. Si bien necesitará más recursos del presupuesto para cancelar sus obligaciones, hay tres variables centrales a su favor: es muy baja la relación deuda/recursos; un cronograma de pagos muy aliviado por lo menos por las próximas dos décadas; y todos los recursos captados se aplican a infraestructura pública por ley.

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Esto último es clave: el dinero que se tomó está clavado y plantado en rutas, canales, escuelas, hospitales, caminos rurales, viviendas, grandes acueductos; lo disfruta la actual y las generaciones por venir.

Todo lo contrario a lo que ocurrió a nivel país. El gobierno nacional se sobreendeudó por decenas de miles de millones de dólares hasta que le cortaron el chorro para quemarlos en déficit fiscal, alimentar la bicicleta financiera y financiar fuga de capitales. Pasivos que, además, pagarán las próximas generaciones sin disfrutar del producido de ese dinero. Endeudamiento para gastar en el día a día. No quedó nada, sólo deuda.

Deuda virtuosa

Santa Fe, con acuerdos Ejecutivo-legislativo que vienen desde hace años, recurrió al endeudamiento para ampliar su inversión directa en infraestructura como política de Estado.

El resto de las provincias, a excepción de Ciudad de Buenos Aires, lo hicieron con doble propósito: en parte para aliviar las deudas que arrastraban con el sector financiero (canje) y en parte para obras. La Intendencia de Rosario, con situación fiscal diferente a la de la provincia, buscó hacer este camino pero no logró convencer al Concejo Municipal.

Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe son las jurisdicciones con mejor perfil de deuda, por su solidez fiscal, la relación deuda/recursos, y cronograma de vencimientos. Desde 2016 cuando el país volvió a los mercados de capitales, ambas consiguieron los mejores puntajes de las calificadoras de riesgo internacionales y las menores tasas.

De la deuda en moneda extranjera –como se dijo más arriba representa el 95% del total– el 70% corresponde a la emisión de títulos públicos aprobados por la ley 13.543 que autorizó la emisión de 500 millones de dólares exclusivamente para usarse en obra pública (el gobernador Lifschitz había pedido 1.000 millones).

El resto corresponde a créditos tomados con organismos multilaterales y otros organismos internacionales, todos con el mismo destino, incluso por gestiones de gobernadores peronistas previas a 2007 como el caso de la autovía de la ruta 19.

Este es el detalle (*):

-Banco de Intercambio Regional y Fomento (autovía ruta nacional 19; programa de modernización de gestión municipal y provincial; convenio original y ampliación de infraestructura vial; prevención de inundaciones; infraestructura básica en municipios –Promudi). Total: u$s 64 millones

-Banco Interamericano de Desarrollo (Mejoramiento de barrios –Promeba; agua potable localidades donde no está Aguas Santafesinas – Spar VI; mejora de gestión municipal. Total: u$s 15 millones.

-Organización de Países Exportadores de Petroleo (Opep) (Programa Acueductos etapa II). Total: u$s 68 millones.

-Fondo Kuwait (acueductos Reconquista etapa I). Total: u$s 63 millones.

-Fondo Abu Dhabi (acueducto Desvío Arijón-Rafaela etapa II). Total: u$s 110 millones.

-Emisión de títulos ley 13.543 (los fondos autorizados en 2016 y tomados en emisiones concretadas ese año y en 2017 suman un capital de u$s 500 millones) se destinaron a un listado de 190 obras en todo el territorio provincial negociado entre el Ejecutivo y el Senado). Total: u$s 712 millones.

El stock de obligaciones (capital más intereses) asciende a 1.033 millones de dólares (*).

Cronograma de pagos

Más allá del número final, es determinante la evolución de vencimientos año por año para conocer qué tanto comprometen las finanzas del Estado.

En ese sentido, según la elaboración del economista Sergio Arelovich solicitada para este artículo sobre datos obtenidos de la Secretaría de Ingresos Públicos y Finanzas de la provincia en 2019, Santa Fe destinará u$s 65 millones en 2019 y u$s 68 millones en 2020 a sus obligaciones en moneda extranjera, esto calculado en base a un dólar de $ 48 en el primer caso y $ 57 en el segundo, cotización estimada en función de los indicios de evolución dados por el Ministerio de Economía de la Nación.

A un cambio promedio estimado de $48 por dólar, en 2019 la deuda implicará $ 3.120 millones sobre un presupuesto que no será menor a $ 250 mil millones. Es decir, apenas por encima del 1%.

Los saltos más fuertes se dan entre 2021 y 2022 (de 71 a u$s 181 millones); de 2023 a 2024 (cae de 168 a 38 millones); de 2024 a 2025 (de 38 a 120 millones); de 2027 a 2028 (cae de 107 a 17 millones). Cabe destacar que en 2027 se termina de cancelar la emisión de títulos emitidos por la ley 13.574 (70% de la deuda en moneda extranjera) por lo tanto la situación será más aliviada todavía desde entonces. Hay compromisos tomados al menos hasta 2039, pero los mismos son todos con organismos multilaterales o fondos de fomento internacionales, que representan una porción muy baja, amortizables a largo plazo y con tasas en todos los casos menores a 5% (*).

Cabe recordar que la Legislatura autorizó al Ejecutivo dos líneas de crédito más en moneda extranjera que aún no se concretaron:

-Un segundo tramo de emisión de títulos por u$s 500 millones con la misma modalidad y condiciones de 2016 (el gobierno ya dijo que no lo hará efectivo en el corto plazo).

-Un préstamo de la Corporación Financiera Internacional (Banco Mundial) por u$s 300 millones para municipios y comunas con destino prefijado en realización de obras de pavimentación, cordón cuneta y mejoramiento urbano. Este crédito espera el aval final del Estado nacional.

Por último la deuda pública de la provincia tiene un pequeño componente en moneda nacional. Corresponden al Programa Equipar, al Fondo de Inversión y Desarrollo ley 13.622 y en una cifra menor con empleados bancarios y policiales que se termina de pagar este año. A cifras de diciembre de 2017 que deberán ser actualizadas, los vencimientos son: $ 221 millones en 2018; 263 millones en 2019; y 292 millones en 2020.

(*) A solicitud para este artículo, la Secretaría de Ingresos Públicos y Financiamiento de la provincia extendió información completa sobre el cuadro de endeudamiento (compromisos que exceden un ejercicio anual) internacional y nacional, tanto con organismos financieros como no financieros y la evolución de las obligaciones anuales hasta 2039. Como los compromisos en moneda extranjera habían sido calculados con un dólar a $ 19,30 para 2018, 20,40 para 2019 y 21,20 en los años subsiguientes, se pidió la colaboración del economista Sergio Arelovich para recalcularlos en función de la nueva realidad del tipo de cambio y para tener una idea más exacta de lo que representan esos pasivos para las arcas provinciales. De ahí surgen los montos expresados en millones de dólares.