El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, confirmó esta noche que el acuerdo con el FMI es por 50.000 millones de dólares y dijo que este monto es una «muestra del apoyo que tiene la Argentina a nivel internacional».

«Estamos muy contentos porque nos va a permitir seguir recorriendo el camino hacia el equilibrio fiscal y finalmente desterrar este problema que tuvo la Argentina durante 70 años, con algunas interrupciones breves, en las cuales gastó más de lo que le ingresó y eso terminó con deuda, con licuaciones y default», dijo exultante el funcionario del gobierno nacional.

Más adelante, Dujovne indicó: «Ahora, recibiendo el apoyo del fondo, tenemos que entender que la solución de nuestros problemas depende de los argentinos y que no hay magia. El fondo nos puede ayudar pero depende de nosotros».

Enseguida, explicó los motivos por los cuales el gobierno decidió pedir el apoyo del Fondo Monetario: «Tienen que ver con algunos sucesos, algunos externos, algunos domésticos desde hace algunos meses hacia aquí, las tasas de interés en Estados Unidos han comenzado a subir, el dólar comenzó a apreciarse provocando una situación de estrés de muchas monedas emergentes, entre ellas el peso, a eso se ha sumado el impacto de la sequía que nos ha restado unos 8.000 millones de ingresos de las exportaciones».

«Decidimos acudir al fondo de forma preventiva para evitar una crisis. Sabíamos que si esperábamos era probable que terminásemos pidiendo el apoyo de la comunidad internacional más tarde pero para reparar los daños producidos», apreció.

Además, resaltó que el acuerdo incluye una cláusula «inédita» en la historia entre el organismo y la Argentina porque «prevé eventuales relajamientos en la meta de déficit» para aplicar una porción del gasto a programas sociales.
«Esta política fue recibida por el Fondo con mucho apoyo. Estamos mostrando algo novedoso», aseguró el funcionario en conferencia de prensa.

Puntualizó que se trata de una clausula de «salvaguarda social, inédita en los acuerdos del Fondo y la Argentina».

«Prevé eventuales relajamientos en la meta de déficit para que sea aplicada una porción del gasto a programas sociales», argumentó junto al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

En tanto, admitió: «Vamos a crecer un poco menos y vamos a tener un poco más de inflación de la esperada a comienzos del año».

«Decidimos acudir al FMI de manera preventiva para evitar una crisis», indicó Dujovne, quien subrayó que la gestión de Mauricio Macri pretende llevar a cabo la «construcción de un país normal».

Por su parte, el presidente del Banco Central de la República Argentina, Federico Sturzenegger, sostuvo que no se puso «específicamente una meta» de inflación para este año, mientras resaltó que intentará que sea la «más baja posible».

«Este año vamos a intentar que la inflación sea la más baja posible, ya no como un objetivo, sino como parte de la trayectoria», indicó en conferencia de prensa.

En ese sentido, insistió: «No nos ponemos específicamente una meta». .

Al referirse a los movimientos del costo de vida, evaluó: «Hubo un desvío por situaciones que no se pueden predecir».