Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

El profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional, Horacio Rovelli dialogó con Conclusión, sobre qué perspectivas ofrece un acuerdo con el FMI; aun cuando este pueda ser tomado como la mejor de las negociaciones, y analizó el impacto en el tejido social y productivo de Argentina. El economista apuntó que

Para el especialista, «hay que considerar que la deuda fue tomada a espalda del pueblo argentino de una forma oscura y siniestra, porque se tomó del FMI el equivalente a 45.500 millones de dólares». «Una minoría fue la que compro el grueso de esos dólares, fueron 100 empresas que compraron 24,679 millones de dólares».

La deuda que tomó Macri con el FMI fue a espaldas del pueblo de una manera oscura y siniestra

Las que fugaron son empresas en la cuales los fondos de inversión tienen el control accionario, o bien una importante participación. Otras son propiedad de los ricos de siempre: los Magnetto (Clarín), los Arrieta Blaquier (Ledesma), los Bulgheroni (Pan American Energy), los Pagani (Arcor), los Rocca (Techint), los Elsztain (IRSA) y los Urquía (Aceitera General Deheza), por mencionar algunos de los casos emblemáticos.

Cambiemos endeudó al Estado nacional por más de 100 mil millones de dólares. Del total, unos 45 mil 400 millones es deuda contraída con el FMI. Una parte, 24 mil millones, se empleó para pagar pasivos anteriores y 86 mil 200 millones se fugaron, según el Informe “Mercado de cambios deuda y formación de activos externos, 2015-2019” del BCRA.

Las dos principales empresas que compraron dólares para fugarlos durante el gobierno de Cambiemos fueron Telefónica Argentina y Pampa Energía. En ambas tiene participación BlackRock. La primera adquirió 1.248 millones. La segunda, casi 904 millones. Ninguna declaró ni pagó durante el período impuestos a las ganancias por esa magnitud. La Afip, sin embargo, no les pide cuentas. Y no se trata de que las compras fueran ilegales, siempre y cuando se pueda explicar el origen de los fondos. Esa es la razón por la cual no se las investiga.

BlackRock administra activos en todo el mundo por más de 6,5 billones de dólares, casi 20 veces nuestro PIB

Lo artífices de este saqueo son parte de una minoría parásita y rentista que se enriquece sacando dolares del país que, seguramente y en una parte importante, son administrados por BlackRock o algún otro fondo acreedor.

Para Rovelli, «los fondos de inversión acreedores del país y los grandes bancos locales controlan y subordinan. Uno de sus instrumentos: los pasivos del Banco Central. Una enorme masa de recursos con la que embolsan formidables ganancias sin arriesgar y que el gobierno podría destinar a reactivar la economía y mejorar las condiciones de vida de amplios sectores de la sociedad».

Tenemos un país con un modelo extractivista-agropecuario exportador en una mundo que demanda alimentos para su población, lo cual eleva los precios internos de nuestros productos

La salida oficial parece no ser la más apropiada, explicó el economista, porque creó un “festival de bonos” que la Secretaria de Finanzas coloca entre las entidades del sistema y los fondos comunes de inversión mediante licitaciones periódicas en busca de financiamiento en el mercado local. El camino, sin embargo, es el contrario. El gobierno marcha a contramano. Premia a los grandes jugadores financieros locales e internacionales, cuyo máxima expresión es BlackRock.

Necesitamos un Estado presente «que asuma los riesgos» que el capital financiero no asumirá. «Y lo que es peor, como la economía no crece, la rentabilidad financiera se fuga y los pasivos financieros del BCRA se disparan porque la entidad no puede pagar los intereses, que en definitiva se capitalizan. Una bomba que de no haber un cambio de rumbo se agigantará hasta que, agotado el tiempo, termine estallando».

Al sector más rico de la Argentina no le aumentarán los derechos de exportación ni la presión tributaria, pagaremos nosotros

«Argentina que representa menos del 0,3% de la cantidad de bienes y servicios que se producen en el mundo, es el decimo exportador de alimentos y el tercero en grano, pellet y aceite  de soja del planeta. La mayor demanda internacional ocasionó una suba sideral de sus precios», analizó Rovelli.

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