El Gobierno abonó hoy la deuda que mantenía en default desde 2001, ya que el juez de Nueva York Thomas Griesa levantó las medidas cautelares que le impedían al país concretar los pagos. En diálogo con Conclusión, la profesora de economía de la Universidad Austral de Rosario, sostuvo que es un «paso muy positivo para el país».

La Casa Rosada efectuó un pago de 9.300 millones de dólares a bonistas que no ingresaron en los canjes de deuda de 2005 y 2010, entre ellos, los fondos buitre.

En una carta enviada por el abogado Michael Paskin -que representó al Estado argentino ante tribunales norteamericanos- el Gobierno del presidente Mauricio Macri indicó que «la República ha hecho pago completo de acuerdo con los términos específicos de cada acuerdo» con los querellantes con los que llegó a un compromiso hasta el pasado 29 de febrero.

A través de ese escrito, el Poder Ejecutivo reclamó al juez Griesa una orden para confirmar el «levantamiento de las cautelares en todas las causas» en su contra, para salir del default en el que se encontraba desde 2001.

El magistrado accedió rápidamente a ese pedido y los bonistas ya están en condiciones de recibir su dinero.

La Argentina pagó a los fondos buitre NML Capital y Aurelius y a otros querellantes con dinero proveniente de una emisión autorizada por Griesa, por 16.500 millones de dólares, que fue colocada esta semana en los mercados internacionales.

A principios de marzo último, Griesa había exigido como primera condición para levantar las cautelares que la Argentina derogase las leyes que impedían un acuerdo con los querellantes (Cerrojo y Pago Soberano), algo que se cumplió a fines de ese mes.

Pero el juez neoyorkino también impuso como condición el pago a todos los acreedores judiciales con los que se hubiese llegado a un preacuerdo hasta el 29 de febrero.

El Ministerio de Hacienda y Finanzas explicó que del total de la colocación de bonos por 16.500 millones de dólares, 9.300 millones se depositaron en el Banco de Nueva York y otros 7.200 millones se contabilizarán cómo reservas del Banco Central.

De los 9.300 millones de dólares abonados, unos 6.200 millones se destinarán al pago de los acuerdos judiciales que la Argentina acordó antes del 29 de febrero con los fondos buitre.

En tanto, los 3.100 millones restantes van a un fideicomiso que manejará el Banco de Nueva York y se utilizarán para pagar el resto de los acuerdos con los fondos buitres que se lograron después de esa fecha, según la información oficial.

Para Ana Inés Navarro, profesora de Economía de la Universidad Austral,  dejar atrás el default es «dejar de estar peleados con el mundo financiero internacional «.

La especialista, sostiene que es algo muy positivo a corto y largo plazo para Argentina.

«Esta medida traerá inversiones al país. Para la gente común, uno de los beneficios que se vislumbrará es la creación de empleo, sobre todo, salir de la deuda y atraer inversores le dará lugar al sector privado para generar trabajo», enfatizó Navarro.

La profesora, explicó que Argentina se convierte a partir de ahora, en un «país atractivo para invertir» y que las empresas mundiales que «miran el mapamundi» van a «elegir invertir aquí».

«Aún tenemos muchos caminos por explotar como por ejemplo las energías renovables. Esta medida permitirá el financiamiento en infraestructura que tanto necesita Argentina; en comunicaciones, en rutas, en obras, entre otras».