Po Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

Para el investigador y asesor de la OIT, Juan Pablo Chiesa, hay que experimentar la manera de llegar a los mismos resultados trabajando un 20 por ciento menos de tiempo. «Hay países que se lanzaron a probar esta nueva modalidad laboral que acompañan -como España- en su implementación como lo hizo Islandia, Noruega, Japón, Suecia, Alemania, donde la productividad aumentó un 40% y 90%», y agregó que a partir de esta novación en el campo laboral » los empleados manifestaron estar contentos». 

Chiesa adelantó que esta en análisis y en carpeta en las altas esferas la probabilidad de avanzar con la medida, ya que «el gobierno estudia la posibilidad que la semana laboral sea de 4 días».

Entre la premisas que se tuvieron en cuenta, – explicó Chiesa a Conclusión- «mejorar la productividad, reducir los gastos, desarrollar la creatividad y lograr mejores condiciones de vida», prometen ser un objetivo ambicioso. Sin embargo, Chiesa explicó que «esto no es nuevo, se viene implementando en Islandia, Japón, Suecia, Noruega y Alemania».

No quedan afuera las grandes empresas multinacionales, que impulsan un proyecto que lleva por nombre «Work Life Choice» (Elección de vida laboral) que desafía a sus empleados a «trabajar en poco tiempo, descansar y aprender bien».

La clave reside en que la modalidad presenta un desafío para trabajadores y empresarios porque la respuesta es el consenso

Si de números se trata, los gastos de consumo de electricidad disminuyeron un 25.1% y las impresiones de papeles fueron 58% menores, en comparación con el año inmediato anterior. Las expectativas giran en torno a generar mayor empleo genuino, y consecuentemente reducir los conflictos laborales.

Otro punto, que enuncia el abogado, refiere que esta modalidad redunda en una mejor calidad de vida para los empleados, sin embargo, el especialista no deja de señalar que «resulta difícil de instalar en sociedades en las que suelen relacionar dichos beneficios con el mayor tiempo dedicado a la prestación de tareas».

La pandemia sin duda oficio como un disparador para que se produzcan cambios en la realización de algunas tareas

No menos importante respecto del punto anterior emerge que, «se intentó en muchas oportunidades, y de manera truncada, conciliar a las partes, acercar al empleador y al trabajador, obteniendo como resultado únicamente más conflicto, ya sea por desgaste o por no saber aprovechar el espacio de trabajo». 

Chiesa también recordó que a partir de este jueves entra en vigencia en todo el país la Ley que crea el Régimen del contrato de Teletrabajo, una legislación devenida de la pandemia por el coronavirus que obligó a muchas empresas a adoptar esta modalidad del trabajo.  Este miércoles realizó un notable aporte de una escrito al que tituló «Teletrabajo: que conquiste a la idiosincrasia argentina y colabore al derecho social del trabajo».

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