El sector industrial de la provincia de Santa Fe registró la peor retracción desde el 2016 debido a la caída de la actividad en las fábricas y en la demanda tanto de productos básicos (alimentos y bebidas) como de bienes de uso como por ejemplo vehículos 0 kilómetro. Por otro lado, los sectores más pesados (como el sector automotriz y de maquinaria agrícola) apuntaron a los inconvenientes para acceder a insumos importados. Así se desprende de un informe publicado por la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).

El documento sostiene que “en la medición acumulada al primer bimestre de 2024, la producción manufacturera cayó un 9,0% en relación al mismo período del año anterior. Así, el nivel de actividad fabril de los primeros dos meses de 2024 se ubicó por debajo de los registros alcanzados al menos en los últimos ocho años”. En este sentido, el informe agrega que la caída de la producción manufacturera en la provincia afectó a la totalidad de las ramas del sector al punto que el 63% de las ramas fabriles registró una caída del nivel de actividad en relación al mismo mes del año pasado.

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“Este panorama se agrava al recordar que en 2023 la producción industrial santafesina se contrajo un 9,2% interanual, siendo así bajo el nivel actual de comparación”, apunta el relevamiento.

Las ramas industriales de mejor performance durante febrero fueron la molienda de oleaginosas (64,3%), la producción de productos metálicos para uso estructural (10,6%),  autopartes (2,9%), carne vacuna (2,3%), molienda de cereales (1,4%) y la producción de máquinas de uso especial (1,4%). Las restantes actividades mencionadas por Fisfe registraron retracciones y caídas en su aportación al producto industrial: carrocerías y remolques (-62,8%), maquinaria agropecuaria (-48,3%), muebles y colchones (-40,6%), industria siderúrgica (-37,4%), productos de metal y servicios de trabajo metales (-16,1%), productos lácteos (-15,5%), maquinaria de uso general (-14,4%), prendas de vestir (-14,3%), manufacturas de plástico (-11,0%), edición e impresión (-6,1%), fiambres y embutidos (-5,0%) y papel y productos derivados del papel (-0,4%).

Un dato importante tiene que ver con el potente crecimiento del complejo oleaginoso, que mostró un incremento de 46,1% interanual en su consumo de energía, mientras que “la industria siderúrgica disminuyó su consumo de energía un 22,8% interanual mostrando bajas en sus cuatro grandes plantas”. Es decir, hay una conversión a la economía primaria (productos derivados de la actividad agrícola) en Santa Fe por sobre la producción terciaria (producción industrial), con una mayor proporción de valor agregado en su valor final.

En esta línea, el informe destaca que “en febrero de 2024, y por segundo mes consecutivo, la producción del complejo industrial soja en la provincia de Santa Fe mostró una importante recuperación anual”, y subraya que durante “el segundo mes del año, el procesamiento de porotos de soja superó las 2,1 millones de toneladas, equivalente a un incremento de 64,4% interanual. Por su parte, la elaboración de aceite de soja trepó a 430 mil toneladas, representando una mejora de 66,8% respecto de febrero de 2023” lo cual, a partir del crecimiento en toneladas de granos cosechados en comparación con el año pasado “presagia para el resto de 2024 una mejora de gran parte del volumen de exportaciones con origen en Santa Fe”.

FISFE MARZO 2024 by Conclusión TV