El Gobierno nacional tomó una decisión fuerte el lunes al anunciar una reducción de entre 18 y 69 por ciento promedio lo que pagan por Ganancias los trabajadores que ganan en bruto entre 15 mil y 25 mil pesos mensuales, en un intento por aplacar la ira de muchos gremios que ya anunciaron paros.

«Los que cobran menos sueldo van a tener mayor reducción, porque modificamos las escalas», destacó el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien buscó minimizar el impacto de ese gravamen al sostener que sólo paga Ganancias «el 11,3%» de los trabajadores, que son los que gozan de «altos ingresos».

Daniel Guida, economista y director de la Fundación Pueblos del Sur, dialogó con Conclusión y dio detalles de los anuncios de brindó este lunes el titular de la cartera económica.

«El beneficio del nuevo régimen del impuesto a las Ganancias incluye a solteros y casados y en definitiva los trabajadores van a pagar mucho menos. La disminución abarca a los que ganan entre 15 mil y 25 mil pesos. Por ejemplo, una persona casada con 2 hijos que gana 20 mil pesos antes le descontaban 1.280 y ahora con este nueva reglamentación pasará a tributar 400, aproximadamente un 70% menos; es decir que el trabajador va a ganar de sueldo un 6% más», ejemplificó Guida. Y agregó: «El que gana más de 25 mil pesos seguirá igual y a medida que el sueldo sea mayor va aumentando el impuesto gradualmente; es decir el que más gana más paga».

En tanto, Guida contó que esta decisión le significa al Estado «unos 6.000 millones de pesos menos que le ingresarán».

Informe del ministerio de Economía

El ministerio de Economía difundió un extenso informe para explicar el impacto y los cambios del impuesto a las Ganancias en los últimos Gobiernos, pero aprovechó para criticar al ex viceministro Miguel Bein, principal consejero económico del gobernador Daniel Scioli, y a la oposición.

También en el estudio oficial se fustigan las promesas de la oposición para eliminar el tributo a las Ganancias, ya que ello provocaría una caída en la recaudación de 70.000 millones de pesos.

Al respecto, y en caso de gravar la renta financiera, que incluiría a plazos fijos de pequeños ahorristas, la pérdida sería de 54 mil millones de pesos, «un valor que es incluso superior al presupuesto destinado a pagar la AUH y las Asignaciones Familiares de los empleados formales».

El documento arranca cuestionando la «Tablita» de José Luis Machinea, ex ministro de Economía de la Alianza, cuando a cargo de la presidencia se encontraba Fernando de la Rúa. Sobre la «Tablita», la cartera a cargo de Axel Kicillof dijo: «Era una manera de aumentar el peso del impuesto a medida que
aumentaban los salarios».

«Se llegaba al colmo de que en el tramo más alto, el impuesto se aplicaba directamente sobre el salario, lo cual generaba distorsiones inequitativas para los trabajadores en relación de dependencia», agrega.

Luego, el documento oficial apunta directamente al principal economista de Scioli, Bein, a quien acusa de haber empeorado «la situación de los salarios más bajos».

«En el 2000, de la mano del viceministro de Economía de Machinea, el secretario de Política Ecónomica Miguel Bein, se produjo una nueva modificación en Ganancias. Se empeoró la situación de los salarios más bajos», advierte.

En otro tramo del documento, Economía descalificó otros estudios sobre los alcances y niveles que tiene el impuesto a las Ganancias.

Dijo que es «falso» que en la Argentina se recaude más por Ganancias que en otros países, y puntualiza que en el país los ingresos por este tributo participan en el 5,9% del total, mientras que en Perú y Brasil llega al 7,2% y en Chile, al 8,6%.

También cuestionó otros informes que indican que «el impuesto a las Ganancias afecta a todos los trabajadores». Al respecto, puntualizó que «con la recaudación de 2013, la Argentina es el país de la región donde los trabajadores empiezan a tributar con salarios más altos».

Aseguró que «en 2014 sólo el 11,3% del total de los asalariados pagan Ganancias», que si bien supera al nivel de los años 2000 (8%) y 2002 (9,1%), en esos períodos la tasa de desempleo se ubicaba en una escala de entre 17,3% y 23,3%, contra el 6,9% actual.