Las exportaciones de trigo podrían caer US$ 1.525 millones respecto de la campaña 2021/22 por efectos de las sequía y heladas que generaron mermas en la estimación de producción y, por ende, en el saldo exportable, según estimó el pasado viernes la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Una baja en la cosecha de este grano, podría disparar los precios del mercado interno provocando aumentos en el pan y los fideos, por solo nombrar algunos alimentos de la canasta básica.

La entidad bursátil recortó la proyección de producción de trigo en 1,5 millones de toneladas respecto de las estimaciones de septiembre. Ahora, se espera que la cosecha llegue hasta las 15 millones de toneladas, previsión que, de concretarse, ubicaría el ciclo 2022/23 como el peor de los últimos siete años.

En base a la merma productiva esperada, también se ajustó de 10 a 9 millones de toneladas la previsión de exportaciones, lo que resultaría en una caída de 5,5 millones de toneladas en comparación con la campaña anterior.

Así, se espera una baja en el ingreso de US$ 1.525 millones respecto de la campaña 2021/22 hasta los US$ 3.075 millones. Esta situación podría afectar la cantidad de dólares que ingresan al país por exportaciones, mientras el Gobierno Nacional toma múltiples medidas para retener las divisas norteamericanas en el Banco Central.

En cuanto a lo productivo, le entidad bursátil espera un rinde promedio a nivel nacional de 27,2 quintales por hectárea (/qq/ha) sobre un área implantada de 5,9 millones de hectáreas, de las cuales 400.000 no serán cosechadas por efectos de la “devastadora sequía”.

Fuente: BCR.

“Incluso si la situación productiva deja de deteriorarse, lo que requiere la inminente ocurrencia de lluvias generalizadas, especialmente sobre el centro sur de Buenos Aires y La Pampa, lo anterior determina un nivel de producción de alrededor de 15 millones de toneladas”, planteó la BCR.

De esta manera, desde la entidad prevén la trilla “más baja en siete años”, por detrás de la campaña 2015/16, cuando “la producción se vio afectada por una sequía fulminante que dejó a la Argentina con un nivel de producción de 11,4 millones de toneladas”.

Sin embargo, en aquella campaña el rinde promedio estimado se ubicó en las 29,3 qq/ha, por lo que el resultado de las heladas es sumamente contraproducente en lo que respecta al ciclo venidero.

Según el último informe de estimaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, las zonas más perjudicadas por la sequía son el centro norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, San Luis y la región del NOA.

“El crecimiento del trigo en estas zonas es escaso y muchos lotes directamente se han perdido”, detalló.

No obstante, en el resto de las zonas productivas la situación es entre buena y regular, y con una fuerte dependencia de lluvias futuras para que la floración del cereal no se vea tan afectada.

Actualmente el desarrollo de los lotes de trigo que siguen en carrera abarca un 36% en estado de encañazón, 25% en floración, 30% en llenado de granos y 9% en estado de madurez; en tanto que la condición es muy bueno en el 1% del territorio, 51% bueno, 38% regular, 8% malo y un 2% muy malo.