El ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, afirmó esta noche que la carga de deuda que tiene la Argentina «no es impagable» y aseguró que la renegociación con los acreedores que anunció a fines de agosto deberá ser rápida y voluntaria.

«No hay que salir corriendo a renegociar la deuda en los próximos dos meses, pero no hay tiempo para perder», evaluó Lacunza a casi una semana de las elecciones generales para elegir presidente.

El ministro de Hacienda salió así a cruzar al candidato presidencial del frente de Todos, Alberto Fernández, que aseguró en el debate presidencial de este domingo que si llegaba a Presidencia debería «hacerse cargo del déficit» que dejaría el gobierno de Mauricio Macri.

En ese sentido, el funcionario nacional remarcó: «No sé a qué se refirió. En 2015 el déficit primario más fallos de la Corte Suprema (que requerían un gasto mayor) fue cercano al 7% del Producto Bruto Interno. A fin de año el déficit primario va a ser casi 0% y sumando los intereses de deuda va a ser cercano al 3%».

«No hubo tal cosa como desendeudamiento en el segundo mandato de Cristina Kirchner. Durante nuestra gestión la deuda aumentó U$S 70.000 millones, un 29%», sostuvo Lacunza en declaraciones al canal Todo Noticias (TN).

Recién llegado de Washington, el ministro consideró que si Mauricio Macri es reelecto, como él espera, «la situación se va a a distender como era en el período antes de las elecciones primarias, va a bajar el riesgo país y se va a estabilizar el mercado cambiario».

Respecto a la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), días después de que el equipo económico mantuviera una reunión con la directora del organismo, Kristalina Georgieva, Lacunza indicó que «la relación con el Fondo es institucional, es la Argentina es la que se reúne con el Fondo, no un Gobierno».

«Hoy el diálogo está atravesado por las elecciones, no se pueden tomar decisiones con incertidumbre, esto vale para un ahorrista y también para el FMI. Una vez disuelta la incertidumbre, no habrá excusa, los números estarán claros y nosotros les demostramos que Argentina cumplió con todos los puntos del programa», aseguró el ministro. «Si ganara la oposición, deberá mostrar su programa para que el Fondo lo analice», precisó.

Asimismo, pidió que en el próximo gobierno se logre una «coalición proexportadora para dar sustentabilidad macroeconómica al crecimiento, porque sino se arranca, se avanzan 20 metros y después de vuelve a la banquina».

También solicitó un «acuerdo proempleo porque ese es el gran cohesionador social» y agregó: «Esto no se logra escribiendo en un papel, sino en las medidas que se tomen, en las reformas tributarias que hagamos del gasto, del sector público, de las leyes y de las medidas que impulsemos».

«Vemos que la pelea por el presupuesto en el sector público es un sálvese quien pueda o que se tironea a ver quién se lleva la porción mas grande en el reparto de las provincias. Tenemos un estancamiento institucional en las reglas de juego desde hace varias décadas», precisó.

Lacunza explicó que «hay una situación de estrés en lo financiero que se precipitó después de las PASO», al tiempo que remarcó que hay «problemas estructurales en la economía argentina».

«La democracia no ha cumplido con ese aumento de bienestar. Recién ahora empezamos a generar consenso», indicó.

Respecto al trabajo, sostuvo que «en los cuatro años de gobierno hubo una mejora en la creación de empleo, pero insuficiente para la demanda».

«Se crearon 1.250.000 puestos más de trabajo que no fueron suficientes para la gente que se sumó al mercado laboral, las cuales se calcula en 1.800.000. Siempre hablamos del empleo total que marca el Indec y que una buena parte son empleos informales, o sea que están en negro. Eso habla de un mercado laboral que tiene un desafío no satisfecho», concluyó.