El precio de una producto textil varia notablemente desde la fábrica al local de venta al público. A tal punto que, por ejemplo una remera cuesta más de diez veces al comprador que el costo de producción. El resto del valor de mercado se conforma por diversos items.

Siguiendo con el ejemplo, una casaca que el consumidor paga $100 tiene un costo de fábrica de solo $8,50, 9% se va en logística y comercialización, 12,2% se lo llevan los bancos, 12,7% se destina a alquileres, 4,8% es la rentabilidad de la marca y el 2,5% se va en publicidad y diseño.

Pero el dato más llamativo es que el 50,3 por ciento del precio final del producto es debido a impuestos. Los datos son proporcionados por la Fundación Pro Tejer.

Este costo fiscal explica que, en los shopping, el 70% de la ropa sea importada.