A través de la Resolución 87/2024, publicada este martes en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional determinó que todos los comercios que acepten pagos con tarjetas de crédito, compra o débito deberán poner a disposición del consumidor las terminales electrónicas, también llamadas posnet, para que los usuarios “en ningún momento” pierdan el control o queden desapoderados del plástico, ni siquiera por un momento, hasta que la transacción finalice.

Quienes infrinjan esta normativa podrán ser apercibidos o sancionados con una multa que va de entre $500 a $500.000 y, si en la maniobra hubieran obtenido alguna ganancia o beneficio ilegal, la sanción podría triplicar este monto.

También podrían decomisarse las mercaderías y los productos que hayan sido objeto de la infracción, clausurarse el establecimiento o suspenderse el servicio afectado por un plazo de hasta treinta días.

Los infractores, además, podrán sufrir la suspensión por hasta cinco años en los registros de proveedores que posibilitan contratar con el Estado, y también podrían perder concesiones, privilegios, regímenes impositivos o crediticios especiales, si es que gozaban de estos beneficios. La condena a los comercios que no respeten esta resolución deberá “publicarse en el diario de mayor circulación de la jurisdicción donde se cometió la infracción”.

La medida entró en vigencia este martes, a partir de su publicación en el Boletín Oficial, y ahora los comercios tendrán un plazo de 180 días para adaptar los servicios de atención al cliente y posibilitar que los pagos con tarjeta se efectúen siempre bajo la mirada del usuario. Desde la Secretaría de Comercio, no obstante, remarcaron que no hay impedimento tecnológico para que se lleve a cabo la iniciativa, ya que, llegado el caso, el titular de la tarjeta también podría acercarse al dispositivo de pago.

La medida, que lleva la firma del secretario de Comercio, Pablo Lavigne, busca la prevención de los fraudes y estafas que se dan al momento de manipular las tarjetas y perder el control en manos de un tercero al momento de hacer un pago.

Es normal que, al momento de pagar, el comerciante, cajero o mozo solicite la tarjeta y el DNI y muchas veces efectúe la operación fuera de la vista de los clientes. Así, se corre el riesgo de que se tomen fotos del plástico y se provea a algún estafador de los datos necesarios para hacer una compra online.

Con esta resolución, el comercio deberá tener una terminal inalámbrica para ingresar la operación y poner el dispositivo a disposición del comprador para que este pase la tarjeta o la apoye en el caso de las contact less. De esta forma, el comerciante nunca tiene DNI y tarjeta en su poder.

La medida fue coordinada por Fernando Blanco Muiño, subsecretario de Defensa al Consumidor y Lealtad Comercial.

Desde Comercio destacaron que se busca generar una mayor seguridad en los consumidores, ya que en 2023 se registraron al menos 7.000 denuncias por fraude y copia de datos en la Secretaría de Defensa del Consumidor.