El economista Carlos Melconian sostuvo este sábado que «hay que terminar con la grieta económica» y pidió que todos «nos tenemos que poner de acuerdo con principios básicos porque de esto no se sale con una persona sola».

Melconian, que acompañó a Mauricio Macri en su primera etapa de gobierno, reconoció que mantiene «un diálogo fluido» con Alberto Fernández desde 2005 e insiste en que «lo más importante es decir la verdad sobre dónde estamos parados, aunque a la gente no le guste escucharlo».

«Yo reivindico el gradualismo -dijo-, pero lo que hubo en el gobierno de Macri no fue gradualismo, fue inacción».

Indicó que ha sido «muy crítico con la herencia» porque consideró que «era muy pesada», pero advirtió que «simultáneamente hay que agregar el tema de la mala praxis».

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«Como presidente del Banco Nación ya lo había hecho público, no es que me monto a la oleada de críticas luego de las Paso. En general, los ministros de Economía -espero no caer en el mismo error si me toca algún día- se arrepienten fuera de tiempo o tratan de defender el papel que les tocó. No es algo que me caiga bien», aclaró.

Y reclamó: «Tenemos que salir de la grieta económica, basta de gradualismo, shock o keynesianismo. Eso quedó obsoleto».

Advirtió que «el crédito va a tardar en volver», pero señaló que «lo que no podemos perder es el crédito de la palabra. A la gente no se le puede mentir, hay que decirle las cosas como son; primero queda shockeada pero va a ser siempre preferible».

Apuntó que el nuevo gobierno tendrá que seguir esa línea, remarcando que «si es Macri, ya lo viene haciendo, y si es Alberto Fernández, no tendrá otro remedio que decir que esto lo heredó.

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Pero después tenés que arreglarlo, más allá de tener un poco más de tiempo por reconocer los problemas heredados».

Respecto a lo que se viene anticipó que «la Argentina deberá ir a un proceso de reestructuración» y aclaró que «no existe el concepto de canje amigable. Si tenés un problema fiscal, cuando vas a un proceso de renegociación tenés que conseguir una mejora, si no, no sirve».

Puntualizó que «Argentina tiene historia de sentimientos negativos que se revierten a partir de la acción. Nunca he creído en las reversiones sólo por expectativas. Sucede y ayuda, pero luego deben venir los fundamentos».

«Cuando la reversión viene sólo por expectativa no me gusta mucho. Prefiero que suceda sobre bases sólidas. El primer tipo que estaría con temor por una reversión sólo por expectativa soy yo.
Si no está realmente fundado el cambio de expectativa, es peor», manifestó