El consumo de carne vacuna por habitante cayó un 2,8% en junio respecto del mismo mes del año pasado, hasta los 55,8 kilos, unos catorce kilos menos que el récord alcanzado en 2009, según lo indicó un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) difundido este lunes.

En este sentido, hay que destacar que el mercado argentino había alcanzado el récord de consumo de carne por habitante en 2009, cuando el guarismo se ubicó en los 70,2 kilos. La línea descendente comenzó en 2014, cuando el consumo se había ubicado en 60,5 kilos per cápita; en 2015 retrocedió a 58,3 kilos; en 2016, a 57,5 kilos; y en 2017, 55,9 kilos.

El nivel más bajo de consumo de carne per cápita desde la crisis de 2001 fue registrado en 2011, con unos 55,2 kilogramos por habitante por año. Estos datos responden al promedio móvil, que representa patrones de demanda aleatorios o nivelados donde se elimina el impacto de los elementos irregulares históricos.

CICCRA precisó además que la industria frigorífica produjo 1,38 millones de toneladas de res con hueso de carne vacuna en el primer semestre del año, lo que arrojó una suba de 3,1% interanual. Puesto en términos absolutos, la cantidad ofrecida de carne vacuna creció en 41.656 toneladas de res con hueso en relación a enero-junio de 2016.

Asimismo, al mercado interno se volcó un total de 1,266 millones de toneladas de res con hueso de carne vacuna en la primera mitad del año, lo que implicó un aumento de 3,1% anual; del total producido el consumo interno representó 91,6%.

El informe indica que en mayo las exportaciones de carne vacuna se mantuvieron en torno a las 13.500 toneladas peso producto, manteniéndose entre las más elevadas del 2017. La comparación interanual indica que las ventas al exterior cayeron 6,7% en mayo.

En tanto, en el acumulado de los primeros cinco meses de 2017 las exportaciones de carne vacuna se ubicaron en 66.635 toneladas, quedando 18,5% por arriba de las certificadas en el mismo período del año pasado.