Este jueves por la mañana, el acopio Commodities S. A. , propiedad del histórico grupo Grassi presentó una denuncia por estafa contra el directorio de la agroexportadora Vicentín. Con esta presentación, el grupo Grassi se suma a las demandas penales presentados por los bancos extranjeros y el Banco Nación y quede en evidencia que los líderes de los tres grandes grupos de acreedores coinciden en la hipótesis de que Vicentín montó una serie de elaboradas maniobras  para llevar adelante una estafa planificada.

Las denuncias penales se sucedieron a partir de la demoradísima presentación del balance 2019 de la empresa, que llegó con 7 meses de ptraso. «Ese balance desnuda las falsedades y los datos contrarios a la verdad de los otros balances anteriores», remarcó Gustavo Feldman, abogado patrocinador del grupo Grassi.

La denuncia fue presentada ante la Unidad de delitos Complejos y Económicos en Ministerio Público de la Acusación de Rosario, cargo del fiscal Miguel Moreno , unidad que ya acumula otras presentaciones similares contra la firma. 

En la misma, los patrocinadores legales de Comodities señalan que la agroexportadora desplegó una «megamaniobra defraudatoria planificada con división de roles y tareas».

El abogado del grupo Grassi manifestó que el accionar de Vicentín coresponde a «un plan defraudatorio, que tuvo una afectación en los entretelones productivos de la Argentina como nunca antes se vio». «Eso es lo que se ve en el balance 2019 – afirmó Feldman – que fuen un sincermiento y es la prueba de la falsedad de los balances anteriore. Sino no se explica que un grupo con las características de Vicentín perdieron 1000 millones en un año, en el fraccionamiento y comercialización de soja. Eso es fácticamente imposible». 

En ese sentido el letrdo insistió en que se trató de una «estafa absolutamente elaborada». «Una prueba de eso, por ejemplo, es lo ocurrido con La Clementina (uno de los principales acreedores de Vicentín). Dicha empres firmó un contrato con Vicentín en noviembre de 2019, para la entrega de 500 toneladas de soja a razón de 14.185 pesos la tonelada, que la agroexportadore debía pagar contra la entrega de la totalidad de la mercadería. La Clementina realizó el último envío el 4 de dicimbre de 2019. La empresa recibió el envío y un día después anunció la cesación de pago por «estrés financiero». 

En es maniobra, el abogado Feldman ve un claro ejemplo de la forma en que se manejó la empresa hasta último momento. «Del análisis de la memoria del balance 2019 se desprenden una incríble serie de mentiras. Por ejemplo, culpan de la situación de la empresa a la ingerencia en el mercado de China, a la situación de tensión entre Corea y Estados Unidos, a la gestión de gobierno de Mauricio Macri y hasta al resultado de las Paso en las que ganaron Fernández- Fernández», detalló. «Toda la memoria es una sarta de mentiras».

El abogado remarcó que «hay actitudes que evidencian la actitud defraudatoria del grupo». La elongación del concurso, que fue la estrategia desde un primer momento es una estrategia elaborada para seguir perjudicando a los acreedroes. Primero porque se pesifica la deuda y porque la oferta realizada es un oprobio. Ofertaron un  40% de la deuda, a pagar en 10 años, en pesos, y con dos años más de gracia.»

Feldman también se refirió a la situación en Reconquista y al accionar del juez Fabián Lorenzini, y la tachó de «farsa». «La apertura del concurso debe declararse nula, no debió abrirse en Reconquista, porque toda la actividad del grupo Vicentin está en el sur de la provincia, en San Lorenzo,  Ricardone y Rosario. Desde los puertos del sur exporta, los contratos de operación granaria se elaboran y se cumplen en el sur de la provincia, entonces no puede realizarse en Reconquista. Y en relación a ello, Feldamn recordó que tienen instancias abiertas contra el juez Lorenzini, a quien calificó de un «verdadero agente judicial de Vicentín» y recordó que eso aún no se ha resuelto y que de ser necesario, llegará hasta la Corte Suprema de Justicia».

La denuncia

La presentación hecha ante el fiscal Moreno es exhaustiva y sostiene que la aparente solvencia que tanto Vicentin SA como sus representantes fueron construyendo en el mercado se basó en engañar no solo a miles de productores sino también a entidades bancarias,. «Fue sobre la base de esta aparente solvencia que seguimos operando normalmente y comerciando cada vez mayores volúmenes con ellos, en la medida que Vicentin se expandía significativamente, sin imaginar todas las maniobras que luego se denunciaron”, explica la denuncia.

En otro tramo señala que los anteriores balances de la empresa eran engañosos y por eso fue imposible descifrar el entramado que se escondía en la operatoria de la empresa. Detalla que Commodities es muy rigurosa en los análisis financieros de las compañias con las que operan y que pusieron «especial precaución sobre la “salud” financiera de Vicentín, al contmplar la «imparable expansión» que ostentaban. «Los negocios diferenciales que ofrecían a sus clientes, nos generaban mayor interés en recabar información con bancos y entidades financiera» pero todos trabajaban con balances que no reflejaban la verdadera situación financiera y por eso nadie en toda la cadena pudo advertir lo que se escondía.

De acuerdo a lo expuesto en la presentación  una de las maniobras más importantes consisitió en la creación de una «aparente solvencia» que les permitió acumular una gran cantidad de stock de cereal, que le fue entregado por distintos productores, acopios y cooperativas, con precio a fijar, y obtener así importantes créditos de distintas entidades bancarias, para poder financiar el esquema defraudatorio mientras desviaban los activos de la sociedad. Para ello habrían adulterado los balances para mostrar un superavit que no existía.

En relación al balance 2019, en la presentación judicial se explica que «se observa claramente el sinceramiento del 2019, donde la principal cuenta de pasivo que surge son las deudas comerciales corrientes, que aumentan en 500 millones de dolares aproximadamente, representando el 90% del aumento del pasivo total de la empresa, lo que confirmaría el ocultamiento que se hizo de dicho pasivo en los años anteriores. Vicentin S.A., se vio obligada a generar la perdida de patrimonio para “acomodar” la partida doble, y es posiblemente por ello que recortaron fuertemente la mercadería propia (los bienes de cambio) y se generó una gran pérdida para justificar la “evaporación” del patrimonio neto”.

Según el detalle de la denuncia, la necesidad de adecuar ese balance a la realidad actual, llevó a una manipulación absurda de los números, tan absurda que resulta imposible que haya ocurrido. «Para que fueran ciertos los números que presenta Vicentin SA, la empresa debería haber destruido valor a un ritmo de USD 3.288.355 diarios o lo que es peor, USD 4.829.301 por cada día de operaciones del mercado. Para ello debería haber trabajado todo el año con márgenes de U$S120 negativos promedio por tonelada de todos los productos que compró»

Pero, en la denuncia se pregunta como sería eso posible si mientras esto ocurría con la agroexportadora, sociedades vinculadas e integrantes de Vicentin Family Group incrementaban sustancialmente su valor. De allí se desprendería que mientas se distraía a los acreedores con datos falsos, los integrantes de la empresa la vaciaron pasando los activos a otras sociedades para que, cuando ocurriera el default que ya tenían previsto, una muy importante parte del activo quedara fuera del alcance de los acreedores y pudieran disponer del mismo sin restricciones como ocurrió de hecho con el Frigrífico Friar o con las ventas de Tastil entre otras».