Todo indica que se declarará la Emergencia económica y social esta semana en Rosario. Este lunes la iniciativa del concejal Eduardo Toniolli (PJ), complementada por el bloque socialista, tuvo dictamen favorable en la Comisión de Salud y el jueves se tratará en el recinto, donde están los votos para aprobarla aún con la negativa del bloque Cambiemos, que se opondrá.

Desde las organizaciones sociales que vienen reclamando la declaración, con movilizaciones y ollas populares, afirmaron a Conclusión que, «en la realidad», el deterioro social «ha superado todo cálculo» por lo que «es oportuno avanzar en esta dirección» y que si bien es algo «declaratorio», sería interesante «que se traduzca en asignación de presupuestos para la cuestión alimentaria y laboral».

Asimismo, tanto desde la Corriente Clasista y Combativa (CCC), como de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) confirmaron que seguramente habrá movilización este jueves hacia el Palacio Vasallo cuando se trate el proyecto, aunque «aún restan definir los detalles».

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La aprobación confirma un relativo viraje del oficialismo local (la intendenta Fein incluso avaló públicamente el proyecto de declaración) en cuanto a la relación con Cambiemos y el gobierno nacional, que ha ganado hostilidad en las últimas semanas con el anuncio de nuevos recortes y la crisis económica instalada hasta nuevo aviso.

«No vamos a dejar de luchar y reclamar al estado, entendemos que no son los comerciantes los responsables sino el estado y en primer lugar el estado nacional. Tienen que dar respuestas concretas», dijo a Conclusión Eduardo Del Monte, dirigente de la CCC.

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Eduardo Del Monte, dirigente de la CCC.

Respecto a los «refuerzos» anunciados por presidente Macri para los beneficiarios de asignaciones ($1.200 en septiembre y $1.500 en diciembre), Del Monte consideró que «no alcanza a compensar valores de cosas que se han perdido», y que «recién estamos viviendo el aumento de precios de la devaluación anterior, de hace un par de meses».

«No tiene que haber unos refuerzos puntuales, sino duplicarse la asignación, la jubilación mínima, pensiones, se tiene que garantizar que no caiga el ajuste sobre la gente que tiene menos ingresos, pero no va en el sentido de lo que viene haciendo el gobierno, que es beneficiar a los sectores más concentrados» se explayó.

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El referente local de la CCC también hizo mención a otro de los puntos contemplados en el proyecto de declaración de emergencia, que es la mediación del municipio ante el gobierno provincial para la actualización de la «Tarjeta Única de Ciudadanía», que beneficia alrededor de 57.000 familias en la ciudad (185.000 titulares en todo Santa Fe) en forma directa, para cubrir necesidades estrictamente alimentarias, y hoy está fijada en $273.

«El monto está congelado hace dos años. Debe llevarse como mínimo a $2.000. Es un mecanismo interesante, que tiene una extensión grande y abarca muchas familias, si bien no todas. Con una transferencia, que llegaría rápidamente, el gobierno provincial podría achicar el hambre», explicó.

En tanto, el referente de la Ctep, José Berra, expresó a Conclusión que «si bien es un proyecto declaratorio» es «importante» poner de relieve el agravamiento de la situación social en el conurbano rosarino y los barrios más carenciados de la ciudad.

«Venimos planteando la necesidad de la declaración de emergencia, de que el estado municipal tome algunos recaudos sobre la situación social que se está viviendo, si bien reconocemos que la política económica es decidida por el gobierno nacional y es el responsable directo del empobrecimiento en los barrios», aclaró Berra.

Evitar el estallido

El dirigente social también comprometió a los ejecutivos municipal y provincial.

«Los gobiernos de Rosario y Santa Fe no se pueden hacer los distraídos, hay que abordar la emergencia», sentenció.

En el mismo sentido, Eduardo Del Monte, de la CCC, sostuvo hay un «debate» de larga data con los mandatarios de Rosario y Santa Fe.

«Esta no es una región pobre, pasa mucho dinero, exportaciones, el complejo agro-industrial, hay de donde sacar plata sin agobiar con impuestos a la gente más sencilla, trabajadora. Creemos que hay de donde meter mano para abordar lo social desde lo local, si bien esto se ha agravado muchísimo por decisiones del gobierno de Macri», ponderó.

Ambos dirigentes se mostraron proclives a contener un clima social que se va poniendo más denso en las capas más bajas, y sostuvieron que la declaración de la emergencia debe considerarse en ese sentido, para evitar «reacciones desesperadas» o que la situación les «estalle en las manos».

Hambre para hoy, hambre para mañana

Estas organizaciones, con presencia territorial no sólo en Rosario sino en varias localidades del país, nuclean familias y personas de los sectores más vulnerables de la sociedad, que buscan contener no sólo la falta alimentaria, que siempre es lo más urgente, sino también motorizar algún tipo de inserción laboral.

Lo cierto es que el deterioro del escenario económico condiciona esa labor, ya que muchas veces los trabajos realizados tienen que ver con changas y actividades informales que son las primeras en desaparecer con las crisis.

«Hemos crecido mucho en el último tiempo, somos más grande de lo que fuimos en 2001/02, le está pasando a varias organizaciones. Se acercan, vienen con expectativas, primero de acceder al salario social complementario (reciben una suma por realizar, por ejemplo, tareas de higiene urbana en sus barrios), porque no hay trabajo», explicó Del Monte a Conclusión.

La ejecución de ese plan fue fruto de la «pelea a nivel nacional» de la CCC, la Ctep y otras organizaciones.

«Instalamos el debate por el hambre, la emergencia social aprobada por senadores y diputados, y eso permitió la creación de un programa de trabajo donde accedieron 5.000 compañeros. Esto no contempla herramientas ni seguro, sino simplemente cobrar ese beneficio», añadió Del Monte.

Por su parte, Berra, de la Ctep, detalló parte del trabajo de la organización que integra. «Nosotros venimos desde el año pasado en un proceso fundamentalmente de construcción, en el territorio, de unidades productivas: serigrafía, textiles, herrería, carpintería, panificación, distintas unidades que venimos desarrollando junto a compañeros».

«Pero vemos que actualmente la mayor urgencia, que en algún momento era tener trabajo, hoy es la comida. Entonces es como que volvimos para atrás con eso, tratamos de resolver todo pero trabajo cada vez hay menos, hoy la gente está preocupada por el hambre y hay que buscarle una solución», determinó.