Las exportaciones de granos y derivados de la campaña 2021/22 podrían alcanzar los 38.900 millones de dólares, casi 400 millones por encima de lo estimado para la 2020/21 por la suba de los precios internacionales, a pesar de los recortes en producción por los efectos de la sequía, estimó este viernes la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De concretarse esta nueva proyección, las exportaciones alcanzarían un récord histórico y se posicionarían US$ 1.400 millones por encima de lo previsto al inicio de las siembras de maíz y soja en septiembre.
Este incremento en la previsión se da por la suba de los precios internacionales de los commodities agrícolas y sus subproductos, como consecuencia de la sequía que atraviesan el sur de Brasil, Paraguay y gran parte del centro y el norte de Argentina, que generó múltiples recortes productivos.
De hecho, la falta de precipitaciones durante gran parte de diciembre y enero, en conjunto con una ola de calor con temperaturas por encima de los 40 grados durante varios días, produjo que la entidad bursátil redujera la estimación de cosecha de soja y maíz en 8,5 y 8 millones de toneladas, respectivamente.
De esta manera, la previsión de producción de trilla queda en 40,5 millones de toneladas para la soja y 48 millones para el maíz.
Por supuesto, este recorte impactó en la proyección de exportación, que pasó de 100,2 millones de toneladas estimadas en septiembre a 92,6 millones de toneladas en febrero, lo que significó una merma de más de 7 millones de toneladas.
Con estos números, las exportaciones de poroto caerían a 4,2 millones de toneladas, mientras que las de harina/pellets retrocederían a 24,8 millones (-1,3 millones) y las de aceite a 5,2 (-200.000), mientras que los despachos al exterior totalizarían 33,5 millones de toneladas, 4,5 millones menos.
Esa reducción en el volumen a despachar tuvo sus efectos en los mercados internacionales, que junto a las mermas productivas para Brasil y Paraguay, impulsaron los precios de los granos y sus derivados.
En este sentido, desde mediados de diciembre a la fecha, la cotización de la soja en el Mercado de Chicago pasó de alrededor de US$ 460 la tonelada hasta casi alcanzar los US$ 600 la tonelada en la semana anterior, mientras que el maíz pasó de US$ 230 a US$ 260 la tonelada en el mismo período.
Esta suba registrada en Chicago tuvo su correlato en los precios FOB de exportación argentinos.
El valor de la soja para embarque en mayo alcanzó en la última semana su valor más alto desde el 2012, superando los US$ 615 la tonelada; mientras que el maíz se situó en US$ 285 la tonelada, el máximo nivel desde mayo del año pasado.

Fuente: BCR.

“Así, a pesar del mencionado recorte productivo y consecuente menor saldo exportable, la marcada suba de precios podría hacer que el valor de las exportaciones de granos y derivados en el nuevo ciclo alcance una cifra elevada, posiblemente cercana a un récord histórico, superando incluso las estimaciones de hace unos meses”, explicó la BCR.
El mayor crecimiento en el ingreso de divisas se daría en la exportación de harinas y pellets de soja.
Según estimaciones de la entidad bursátil, dicho subproducto incrementaría su valor de exportaciones en la campaña en US$ 1.900 millones y alcanzaría despachos por más de US$ 12.000 millones.
En el caso del aceite, se despacharían US$ 660 millones y se posicionaría en US$ 7.100 millones.
En segundo lugar sobresale el trigo, cuya estimación de exportación se incrementó en más de US$ 500 millones desde aquel entonces hasta ahora.
Del extremo opuesto, aquellos productos que más cayeron versus lo que se estimaba hace cinco meses son el maíz y el poroto de soja.
Las exportaciones de granos amarillos en el ciclo 2021/22 dejarían como saldo un ingreso de divisas de US$7.800 millones, casi US$ 900 millones menos de lo que se preveía en septiembre, mientras que por el lado de la oleaginosa, la proyección actual se ubica en algo menos de US$ 2.600 millones, casi US 950 millones por debajo de la proyección anterior.
En ambos casos, la suba en los precios de exportación proyectados no es suficiente para compensar el recorte en cantidades.
Voceros de la BCR advirtieron que “es importante tener presente que hay que ver si se mantienen estos precios en los próximos meses al formalizarse el resto de las ventas al exterior”, ya que “la historia demuestra que habitualmente este nivel de precios no tiende a sostenerse en el largo plazo”.
Asimismo, destacaron que “si bien estos precios son recibidos como agua en el desierto por muchos de los productores que han visto un importante deterioro en sus cultivos, la realidad es que hay muchos productores y arrendatarios a los que esta suba en los precios no les llegará a compensar la caída en los rindes y presentaran márgenes negativos”.
Es por esto que “la situación económica y financiera de estos productores y locatarios podría llegar a ser sumamente crítica y requerir aportes económicos adicionales a los previstos en la presente Ley por la Emergencia y desastre agropecuario”.