A partir de 1991 –y mediante la ley N° 24.013– se estableció la entrega de la prestación por desempleo: un programa que comprende el pago de una prestación económica, la prestación médico asistencial y asignaciones familiares, en caso de que corresponda, a quienes se encuentran en situación de desempleo involuntario. La cantidad de beneficiarios de esta asistencia puede ser un buen indicador de la situación socio-económica del país.

Según un informe realizado por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario, durante el mes de mayo en la provincia de Santa Fe se entregaron 2.791 prestaciones por desempleo, de las cuales 1.847 corresponden a varones (66%) y 944 a mujeres (34%).

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Entre los grupos etarios comprendidos entre los 30 y 39 años, la brecha entre géneros es menor. Sin embargo, esta diferencia crece en el grupo de entre 40 y 44 años, donde la cantidad de varones que perciben este programa es considerablemente más alta que la de mujeres.

Al analizar cómo evolucionó esta prestación durante los últimos años, se observa que entre el 2011 y el 2015, la curva de beneficiarios mostró un descenso gradual, con un punto de inflexión en este último año. Allí se registró el valor más bajo de la serie (aproximadamente 4.670 beneficiarios).

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Sin embargo, a partir del 2016 –primer año de gestión del ex presidente Mauricio Macri, de Juntos por el Cambio– la cantidad de personas que percibían esta prestación aumentó. El pico se registró en el 2021, cuando casi 10.000 santafesinos eran beneficiarios de esta asistencia.

No obstante, y a causa de la reactivación económica registrada en los últimos meses tras la pandemia de coronavirus, la cantidad de personas que reciben esta ayuda económica volvió a disminuir en el 2022, registrando en mayo –con respecto al año anterior– un descenso cercano al 70%.

“Esta evolución se encuentra estrechamente vinculada a la dinámica económica nacional. Hasta el 2015, el funcionamiento de la economía configuró un mercado de trabajo capaz de absorber la mano de obra disponible y generar puestos de trabajo registrados con protección social. Posteriormente, las medidas económicas implementadas durante el gobierno de Cambiemos desembocaron en una disminución del poder de compra que tuvo como correlato una disminución del consumo y la caída del producto generando, de este modo, un ciclo recesivo. Esta baja de la actividad económica también tuvo su impacto en el mercado laboral, generando una caída en los puestos de trabajo y un aumento de la tasa de desocupación abierta, lo que permitiría explicar el incremento de prestaciones por desempleo para este período”, explicó el informe de la Usina de Datos de la UNR.

Y agregó: “La mencionada tendencia continúa y se profundiza para el bienio 2020-2021 producto de las consecuencias de la pandemia del COVID-19. La variación abrupta registrada para el año 2022, exhibe cómo la recuperación económica y productiva se traduce en la generación de puestos de trabajo que explican la acentuada caída de prestaciones por desempleo”.

En octubre, el seguro de desempleo oscila entre los $15.000 y los $25.254 mensuales. Como este monto evoluciona en relación a los aumentos estipulados del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM), en noviembre esta suma oscilará entre los $16.083 y los $26.805.

A modo de comparación, en mayo de 2016 esta suma variaba entre los $1.875 y los $3.000; en julio de 2017, oscilaba entre los $2.061 y los $3.298; en diciembre de 2018, entre $2.628,41 y $4.205,47; en octubre de 2019 entre $3.925,17 y $6.280,28; en abril del 2020, entre $6.000 y $10.000; y en octubre de 2021 entre $8.889 y $14.815.

¿Qué es la prestación por desempleo?

El seguro o prestación por desempleo es uno de los componentes más nuevos del Sistema de Seguridad Social argentino. Con la ley N° 24.013 (sancionada en 1991) se creó el Fondo Nacional de Empleo (FNE), que financia el Sistema Integral de Prestaciones de Desempleo y otros programas con objetivos determinados por la misma. La cobertura del Seguro de Desempleo comprende el pago de una prestación económica, la prestación médico asistencial (según leyes N° 23.660 y 23.661) y el pago de las asignaciones familiares. Mediante esta herramienta, el Ministerio de trabajo se propone contrarrestar la caída abrupta de ingresos generada por la pérdida involuntaria del empleo.

Este seguro está destinado a los trabajadores asalariados registrados, legalmente despedidos “sin justa causa” o “por fuerza mayor”, o que hayan perdido su trabajo por quiebre de la empresa en la que trabajaban. Cabe destacar que no todas las personas que fueron despedidas pueden acceder a esta prestación, quedan excluidas quienes:

• No hayan realizado aportes al Fondo Nacional de Empleo.

• Perciban prestaciones previsionales (excepto pensiones directas o derivadas de carácter contributivo).

• Sean Beneficiarios de Programa Jefes de Hogar, Programas de Empleo o cualquier otra prestación no contributiva (excepto beneficiarios de Pensión Vitalicia -Ex Combatientes del Atlántico Sur, Ley N° 23.848.

• Se encuentren contratados bajo la modalidad de pasantías.

• Perciban otra retribución o ingreso por cualquier actividad desempeñada.

• Hayan renunciado o cesado en la relación laboral de mutuo acuerdo con el empleador o los que hayan optado por el retiro voluntario.

• Pertenezcan a los siguientes regímenes:

  1.  Servicio Doméstico.
  2.  Administración Pública Nacional, Provincial y Municipal.
  3. Establecimientos Privados de Enseñanza (Ley Nº 13.047).
  4. Personal Docente de la Educación Superior de Instituciones Universitarias Privadas reguladas de conformidad con la Ley N° 24.521.

Todas las personas que acceden al seguro de desempleo reciben:

• Una suma en dinero (prestación básica dineraria) mensual.

• Pago de asignaciones familiares.

• Cobertura médico asistencial.

• Reconocimiento de la antigüedad para la jubilación.

• Posibilidad de cobrar juntas todas las cuotas del Seguro por Desempleo para desarrollar un emprendimiento (Modalidad de Pago Único).

La duración de este seguro varía según el tiempo efectivamente trabajado y contribuido al Sistema de Seguridad Social (Fondo Nacional de Empleo) en los últimos 2 o 3 años al cese o despido. A las personas de 45 años o más, automáticamente se les extiende el Seguro por Desempleo por un período de 6 meses.

Fuente: Ministerio de Trabajo de la Nación.