La siembra de soja de segunda continúa totalmente paralizada y muy condicionada por las sucesivas lluvias, los excesos hídricos, el acceso a los lotes y la intransitabilidad de los caminos en la provincia de Santa Fe, según destacaron desde la Bolsa de Comercio de la capital provincial.

El proceso de siembra logró un 85% en su grado de avance, lo que representa cerca de unas 467.500 ha (hectáreas) sobre una intención de siembra para esta campaña 2016/2017, de aproximadamente unas 550.000 ha; y en relación con la campaña anterior presentó un retraso de 13 puntos.

Las precipitaciones registradas en las últimas semanas y los montos pluviométricos acumulados continuaron incidiendo en un fin de proceso de siembra complicado y abrupto, a la espera en muy corto plazo de mejoras en las condiciones de piso y adecuado porcentaje de humedad en la cama de siembra, para unas últimas superficies a sembrar con ciertos riesgos.

La presencia de malezas en aumento, áreas anegadas, mortandad de plantas y problemas en el crecimiento y desarrollo generó una situación complicada y muy compleja para los cultivares, advirtiendo un futuro muy incierto y un alto porcentaje de afectación e impacto, estimándose aproximadamente un 45 % de la superficie sembrada en distintos grados.

Por otra parte, en lo que hace a la soja de primera, aproximadamente un 35% de la superficie sembrada fue la afectada en distintos grados. Los cultivares sembrados en lotes que se encuentran en diferentes posiciones topográficas: alta plana, alta, media, media baja, baja y plano cóncava, se desarrollaron normalmente desde su inicio.

Las sucesivas precipitaciones y los excesos hídricos registrados en estos últimos 23 días, con encharcamientos y anegamientos que generaron muertes de plantas y altas probabilidades de enfermedades, crearon condiciones adversas para un normal desarrollo.

En los distintos departamentos se observó crecimiento, expansión y escape de malezas resistentes como yuyo colorado, sorgo de Alepo y rama negra, consecuencia de la imposibilidad de realizar aplicaciones y controles por la intransitabilidad de los caminos y la inaccesibilidad a los lotes que provocaron las excesivas precipitaciones.

El titular de Coninagro Santa Fe, Marcelo Braidot, señaló que la situación de los chacareros a causa de las inundaciones “es lamentable”, y agregó que «el golpe de la naturaleza es muy duro».

«Esta nueva crisis hídrica que se registró recientemente es un duro impacto económico para Santa Fe y el país”, dijo Braidot, y resaltó que “hay muchos productores que perdieron todo lo que habían sembrado y además no van a poder afrontar los créditos que habían pedido”.

En tanto, Juan Manuel Orcellet, técnico del Inta Santa Fe, indicó que “el tema es ingresar lo mas rápido posible a los campos para realizar labores”, y agregó que «es necesario definir qué cultivos y qué tareas se realizarán para optimizar los tiempos y no retrasar, más aún, la siembra”.