En tres años y medio, el gobierno de Mauricio Macri emitió 187.298 millones de dólares de deuda, según el Observatorio de la Deuda Externa (ODE) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.

De ese total emitido, el 71,2% ya se perdió en concepto de fuga de capitales, entendida como la suma de los ítems de Formación de activos externos del sector privado no financiero, la remisión de utilidades al exterior, la salida de dólares por turismo y el pago de intereses de la deuda.

La política de endeudamiento llevada a cabo por la Administración de Cambiemos, según el informe de la UMET, genera dudas sobre la posibilidad de afrontar los vencimientos de deuda. Muestra de esa fragilidad se vio este lunes, cuando el riesgo país superó nuevamente los mil puntos básicos y alcanzó el máximo en la era Macri.

Las bondades de los mercados internacionales que recibieron con los brazos abiertos al nuevo gobierno argentino se terminaron en 2018 y Cambiemos tuvo que acudir de emergencia al Fondo Monetario Internacional, con el cual acordó el stand by más grande de la historia del organismo.

Según el Observatorio, hasta el momento el organismo ya desembolsó unos 39.000 millones de dólares, pero desde que se firmó el acuerdo hasta hoy se perdieron 32.388 millones, equivalentes al 82,6% de lo que giró el Fondo.

El informe del observatorio que dirige el economista Arnaldo Bocco sostiene que «frente a la corrida contra el dólar, que sólo se puede esperar que se profundice en los siguientes meses, la pérdida de Reservas se torna preocupante: el riesgo de no poder afrontar los pagos de la deuda externa se acrecienta a la vez que se profundiza la inestabilidad sistémica de la economía nacional, tanto para lo que resta de esta gestión de Gobierno como para el Gobierno que comience luego del 10 de diciembre».

El informe sostiene que el fracaso de la política de endeudamiento y apertura comercial y financiera del gobierno de Macri se evidenció en 2018 con la crisis cambiaria de abril que derivó en el stand by con el FMI. La llegada del organismo de crédito internacional significó, según el ODE, no sólo un incremento del peso del endeudamiento, “sino también un fuerte condicionamiento sobre el accionar de la política económica del Gobierno Nacional”.

De acuerdo con los datos que difundió el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, la Argentina concentra el 61% del total de los créditos otorgados por el FMI, y lo llamativo es que, a pesar de la abultada cifra, el temor porque no alcancen los dólares se acrecienta.

El ritmo en que los dólares salen del país no hace más que confirmar el temor: en la era Macri se perdieron 133.313 millones de dólares. De ese total, unos 68.385 millones corresponden a la Formación de Activos Externos del Sector Privado No Financiero (atesoramiento); 24.033 millones por déficit de turismo; 34.020 millones fueron a cubrir intereses de la deuda, y unos 6.875 millones fueron por remisión de utilidades y dividendos.

“Macri no sólo nos ha sometido a uno de los mayores endeudamientos externos de la historia, sino que además es el más caro y el que más riesgo produce. La economía se ve sometida por el mismo a la mayor fuga de capitales, que en poco tiempo ha alcanzado a casi 70 mil millones de dólares. No hay economía que soporte esa doble presión y en poco tiempo sabemos cómo termina”, advierte el informe.