Por Guido Brunet

En Argentina, 5,7 millones de personas son jubilados y pensionados. Los que cobran la mínima, casi el 65% de los trabajadores pasivos, perciben 105.713 pesos mensuales. El último ajuste de diciembre fue del 20,87%, y el próximo, dada la ley de Movilidad, será recién en marzo.

En contrapartida, según los últimos datos del Indec correspondientes a diciembre, una familia tipo necesitó $390.450 para no ser considerada pobre. En tanto, para no caer en la indigencia, se precisaron $194.632. Es decir, una pareja de jubilados que cobran la mínima apenas superaban esa línea el último mes del año pasado.

Para intentar equilibrar el desfasaje, Anses otorgó un bono adicional para los haberes más bajos de $55.000. Una compensación que llega solo hasta quienes cobran un tope de $160.712,61.

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Además, cerca de 2 millones y medio de jubilados reciben haberes entre 170.000 y 180.000 pesos. Mientras que pensiones no contributivas, que llegan a otra gran cantidad de argentinos, equivalen a 84.000 pesos, el 70% del haber mínimo.

En el 2023, la inflación fue del 210%, mientras que los aumentos para jubilados a lo largo del año pasado llegaron al promedio de 140%, es decir que este grupo de la sociedad perdió un 70 por ciento de su poder adquisitivo. Mientras tanto, insumos indispensables para su vida, como medicamentos, tuvieron un incremento en el 2023 de 300%.

 

En este contexto, el titular de la Defensoría de la Tercera Edad y presidente de la Sociedad Iberoamericana de Geriatría y Gerontología, Eugenio Semino, analizó la situación. En diálogo con Conclusión, el dirigente describió esta realidad con crudeza: “Prácticamente 8 millones de argentinos que están bajo la línea de indigencia”, una verdadera “crisis humanitaria”. `

Por eso exigió “hacer un esfuerzo entre todos para poder llegar a mejorar esos haberes a valores racionales” para hacer más justo un sistema “en ruinas” que “no se generó de un día para el otro”, señaló Semino.

Para abordar la problemática de este sector de la sociedad históricamente relegado, el representante de los jubilados contó que mantuvo reuniones con casi todos los bloques legislativos del Congreso de la Nación. “El jubilado es un trabajador”, aclaró. “Y en razón de eso tiene que tener un haber que contemple su historia laboral y social”, solicitó. “El esfuerzo lo tienen que hacer tanto el Estado Nacional, como los provinciales, pero fundamentalmente el sistema político tiene que llegar a acuerdos globales para poder realizar un cambio estructural de un sistema de seguridad social”, agregó.

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– Estamos hablando de una decisión política que parece que nunca llega, porque tanto este gobierno como los anteriores no han dado soluciones, sino que parece todo lo contrario, han perjudicado en gran medida a los jubilados.

– Sin lugar a dudas, se ha ido agravando a través del tiempo. En los últimos siete años, con tres administraciones distintas, la situación se fue agravando momento a momento y en ese período de siete años, el haber de un jubilado perdió el 100% de su poder adquisitivo. Con la nueva administración, todo esto, en lugar de paliarse, se agravó, porque el 14 de diciembre hubo una devaluación de por medio, por lo cual la plata de todos los argentinos y de los jubilados pasó a valer la mitad y la inflación de diciembre, que es la conocida, fue el 25%, no sabemos todavía públicamente cuál es la de enero, pero se supone que está en el orden del 20%, vale decir que vamos a llegar a un acumulado de inflación, luego de la devaluación, de alrededor de 70 puntos para el mes de marzo. En el mes de marzo, por aplicación de la ley vigente, se va a reajustar entre 30 y 35 puntos, por lo cual los jubilados van a estar 40 puntos más por debajo de lo que ya habían perdido el año pasado. Es insostenible, nadie puede suponer que con 170, 180 mil pesos, o con 84 mil pesos, que es lo que cobra una persona con discapacidad, se pueda subsistir en Argentina.

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Meter mano al FGS

En ese marco, el Gobierno intentó incluir el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad en la ley Ómnibus, lo que finalmente fue rechazado por la oposición y quedó fuera del proyecto. En julio de 2007 el presidente Néstor Kirchner creó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, por el cual los fondos administrados por las AFJP fueron transferidos en forma de activos financieros.

-El Gobierno había incluido la posilidad de ajustar el FGS, los jubilados parecen siempre la variable de ajuste…

– Ese fondo era de 100 mil millones de dólares, hoy la última versión, que contó el actual director de ANSES, Osvaldo Giordano, estaba en el orden de los 32 mil millones de dólares, de los cuales solo existiría disponibilidad sobre acciones de 5.500 millones de dólares, lo demás son títulos y bonos del Estado. Lo cierto es que nunca se le dio el destino para el cual ha sido creado, con su condición de anticíclico, y el fin que establece la ley de creación del fondo, que es precisamente para paliar o cubrir los desfasajes que tuvieran los beneficios del sistema en momentos de crisis. Nunca ocurrió desde 2009 a la fecha, pasaron diversas administraciones, hoy es indispensable que lo que haya en el fondo sea dirigido a ayuda de los jubilados y pensionados actuales, que fueron quienes, siendo trabajadores activos, pusieron la plata para el fondo.